La renuncia de Marchena a presidir el Tribunal Supremo y el CGPJ, creo que es coherente, sobre todo después del espectáculo de los WhatsApp del Sr. Cosidó. Ahora falta su dimisión, como portavoz del Grupo Popular en el Senado. Es de sentido común, los ciudadanos no entenderían otra cosa. Esto no va de siglas, va de personas irresponsables e imprudentes.
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