Hace casi dos meses de mi desconexión veraniega. Ya estoy recargado y experimento impaciencia. Si ayer era el día del mártir San Lorenzo, hoy lo es de la compañera de fatigas apostólicas de mi santo patrono. Hoy es Santa Clara de Asís. A final de mes, el día 28, es el día de San Agustín. He abordado la lectura de su obra magna De civitate Dei. Escribiré sobre ella más adelante. Mis lecturas van lentas.
El próximo domingo es el día 15. Es la Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora. Gran verdad ésta creída siempre, promulgada como dogma de fe en 1950 por Su Santidad el Papa Pio XII. La Iglesia ha creído siempre esta verdad y no es hasta el siglo XX que la promulga como dogma de fe.
Siempre me ha gustado el Canon I en la misa. Es el más largo. Contiene textos que se remontan a la época apostólica de las primeras misas. En ocasiones contadas es el Canon obligatorio. Es una buena lectura para reflexionar que vale la pena tener a mano. He dado con una reflexión corta para profundizar en el tema titulada El sacerdote y el canon de la Santa Misa, o Plegaria Eucarística
Acompaño el Canon I en pdf Después de nombrar a María, a José, a los 12 Apóstoles y a San Pablo, nombra explícitamente a Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián. ¿Quién era san Lorenzo? ¿Quién era santa Clara?
San Agustín rompe esquemas. Vale la pena acercarse a su vida y abordar la lectura de sus obras. Ya lo hice con su obra De Trinitate. Su obra magna es la Ciudad de Dios. Debe ser leída íntegra. Les hablaré de ella más adelante. Ahora estoy con su lectura.
¡Felices vacaciones!