En su Mensaje para la Cuaresma de este año el Papa Francisco advierte que cuando se abandona la ley de Dios, que es la ley del amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil. Esto se manifiesta en la explotación de las personas y del medio ambiente, según una codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho.
Recuerdo que el Papa vincula este tiempo con la fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón para reparar esa fuerza destructiva que deteriora la vida personal, la convivencia social y la propia Creación, para muchos, la tercera es simplemente el medio ambiente.