Nuestra colaboradora Mar Dorrio presentó esta mañana su nueva novela: un libro que nace del alma, que se dirige sin rodeos al corazón femenino, y que está llamado a convertirse en lectura imprescindible para madres, hijas y todas las mujeres que buscan historias que acompañan, hacen crecer, curan y sostienen.
«En el tercer cajón del invierno» ha sido publicado por Alexia Editorial. Desde el primer minuto, Mar dejó claro que esta novela no pretende ser “una estrella Michelin”, sino ese potito casero lleno de carne, verdura y verdad, que nutre sin que apenas te des cuenta. Y lo consigue: página a página, se siente ese aroma a hogar, a confidencia, a abrazo de amiga que te acomoda en su sofá.
Una novela para sanar, inspirar… y mirar al cielo
Mar confesó que llevaba tiempo deseando escribir ficción, pero no una ficción cualquiera:
Si quieres transmitir mensajes buenos, se merecen el mejor contexto.”
La novela respira fe, esperanza y esa certeza suave de que mirar al cielo cambia la forma de caminar en la tierra.
Está pensada para convertirse en una gran conversación entre madres e hijas, una excusa preciosa para sentarse juntas, abrir el alma y hablar de lo que realmente importa.
La heroína: un homenaje a las mujeres reales, las que no salen en portadas
Una de las críticas de sus “lectoras alfa” —sus propias hijas— fue que la protagonista parecía “demasiado buena para ser real”. Mar sonrió al contarlo:
Mi heroína está hecha de apuntes de las mujeres extraordinarias que he conocido.”
Mujeres que perdonan infidelidades.
Mujeres que reciben noticias dolorosas en una consulta.
Mujeres que han vivido bajo violencia psicológica sutil.
Mujeres que luchan por sus hijos, por su matrimonio, por su paz.
Mujeres que el mundo juzga sin comprender.
A todas ellas, esta novela les da un aplauso con las dos manos.
Porque sí: esas heroínas existen. Y nuestras hijas necesitan saberlo.
Lecciones que toda mujer –y toda niña– necesita escuchar
En la charla surgieron perlas que brillan todavía más cuando se entiende que están tejidas en la novela:
Los amigos verdaderos son pocos.
Y no pasa nada. No hay que dramatizar cuando la vida afina el círculo.
El desengaño amoroso no se cura con helado ni con copas.
Vete al Sagrario”, dice Mar.
Ahí está el verdadero consuelo que no se derrite.
No te obsesiones con el “te mereces ser feliz”.
Un consejo que ella desenmascara con valentía:
invertir en lo que “te mereces” es como alquilar una casa que no es tuya;
invertir en lo que “debes” es construir para la eternidad.
Dios es el Rey de los serendipities.
No pasa nada si no vas a esa fiesta. Si no coges ese guante de cachemir. Si decides esperar. Lo bueno llega. Y siempre llega bien.
Ferrol, la familia y el arte de vivir con belleza
La novela respira a Mar Dorrio, su ambiente, sus familias de la Armada que inspiraron a Mar desde niña y le enseñaron que una familia grande es un tesoro inmenso.
Además, se recrea en los detalles: la ropa que viste la protagonista, las cocinas que huelen a hogar, los espacios donde una mujer se reconcilia consigo misma.
No es casualidad:
La belleza nos lleva al bien y a la verdad.”
Y Mar quiere recordárnoslo.
Un elemento interesante es el “elemento preternatural”, sutil pero presente, que añade tensión y profundidad. El editor, de hecho, confesó que fue su parte favorita.
Mar lo aborda con delicadeza y humor, recordándonos que no basta con no abrir ciertas puertas… hay que mantenerse en guardia.
La presentación culminó con la lectura de la primera frase, que resume el espíritu de toda la obra:
No hay nada más acogedor que las luces de un hogar visto desde fuera. Alguna vez escuché decir que observar a una familia es como ver a un cisne nadar: desde el exterior se percibe una visión armoniosa, elegante, envidiable; pero, por dentro, esa familia lucha por mantenerse a flote, tal como lo hace el cisne: con esfuerzo y patadas, fuertes patadas.”
Y aun así, siempre compensa.
La portada de la novela —ilustrada por la magnífica Palma Guillán— es un guiño delicadísimo a Ferrol, a San Miguel y a esos detalles mínimos que solo se descubren al avanzar en la trama.
Mar cerró la mañana entre aplausos, con un deseo sencillo y precioso: Que este libro dé paz. Que ilusione. Que recuerde a nuestras niñas que confiar en quien deben es el principio de la verdadera felicidad.
Y sí: salimos todas con ganas de devorar la novela estas Navidades. Mar Dorrio no ha escrito solo una novela. Ha escrito un verdadero regalo.
