En Alemania, grupos pro-pedofilia han celebrado la reciente reducción de penas para la posesión y distribución de pornografía infantil.
Este hecho justifica la preocupación por la despenalización de la pedofilia. Pues la medida, aprobada por el Parlamento alemán (Bundestag), reduce la severidad de las penas asociadas a estos delitos, pasando de una pena mínima de un año de prisión a una de tres meses para la posesión y seis meses para la distribución. Esta legislación marca un cambio significativo e inquietante en la lucha contra la explotación sexual infantil. Pues se trata de un paso evidente en la implementación de estas ideas en la legislación nacional.
La ONU y la despenalización progresiva
Paralelamente, la ONU avanza hacia la legalización de la pedofilia, aunque intenten camuflarlo a través del lenguaje, definiéndolo como «el derecho de un menor a tener relaciones sexuales consentidas con quien quiera».
Esta táctica de manipulación del lenguaje es el primer paso en un plan más amplio que busca a toda costa normalizar comportamientos que actualmente son considerados por la moral colectiva como altamente aberrantes.
La primera fase de este proceso implica la despenalización de ciertas formas de pornografía infantil adolescente. La Unión Europea y otros países occidentales han instado a la Asamblea General de la ONU a considerar esta despenalización. Proponen un nuevo tratado que sustituya el actual marco contra la pornografía infantil, introduciendo criterios más flexibles que dependen de la legislación de cada país. En algunos casos, sugieren que no se penalice la pornografía infantil si los menores involucrados han alcanzado la edad de consentimiento sexual y han compartido las imágenes voluntariamente para «uso privado».
La autonomía sexual de los adolescentes
Con una ideas absolutamente depravadas, los defensores de esta medida argumentan que es necesario proteger la autonomía sexual de los adolescentes que comparten imágenes sexuales de sí mismos, así como la privacidad de quienes producen y consumen ciertas formas de pornografía infantil virtual.
Apoyo de grupos pro-pedofilia
No es sorprendente que grupos pro-pedofilia hayan celebrado esta reducción de penas. En este contexto, el grupo activista Krumme-13 (K13), descrito como una organización de «autoayuda» para «pedosexuales», ha aplaudido la medida. Estos grupos argumentan que la ley es un paso hacia la normalización de la pedofilia y la aceptación social de sus prácticas.
Los medios de comunicación juegan un papel crucial en la amplificación de estas noticias, contribuyendo a normalizar comportamientos que antes eran considerados inaceptables. A medida que se difunden estas ideas, se corre el riesgo de que lo anormal se convierta en normal, y la violencia sexual contra menores sea vista como un derecho de los menores.
El peligroso camino
El último paso en este preocupante proceso es la eventual legalización de la pedofilia. Los defensores de esta agenda argumentarán que los niños tienen derecho a tener relaciones sexuales con quien deseen, una idea que, aunque perturbadora, está ganando terreno en algunos círculos. Este proceso de normalización y legalización de la pedofilia representa una grave amenaza para la protección de los derechos y la seguridad de los menores.
La reducción de penas en Alemania y los esfuerzos de la ONU y otros países para despenalizar ciertas formas de pornografía infantil son alarmantes.
Es esencial que la sociedad se oponga a estos esfuerzos para garantizar la protección de los menores y preservar los valores fundamentales de la justicia y la moralidad.
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1 Comentario. Dejar nuevo
Si en Alemania reducen las penas por la posesión y distribución de pornografía infantil debe ser porque se han dado cuenta de que la pedofilia es una orientación sexual muy extendida y que endureciendo las penas no van a pararla. Y por otro lado deben pensar que si las personas pedófilas pueden satisfacer su pulsión consumiendo pornografía no tendrán necesidad de perpetrar abusos de menores. Ello a la espera de que se eduque a los menores para que acepten e incluso soliciten relaciones sexuales con adultos que, lejos de traumatizarlos como hasta ahora, les resulten gratificantes.
Pero este paso forma parte de un proceso global que se puede resumir de forma sencilla:
sexualización infantil camuflada con la etiqueta de educación sexual; preparar a los niños para las relaciones sexuales con adultos; despenalización de actos pederastas consentidos; y finalmente la legalización de la pederastia.
Para que la sociedad empiece por tolerar y acabe celebrando tamaño progreso, la Asociación Mundial de Psiquiatría y la OMS habrán retirado la pedofilia de la lista de patologías o trastornos mentales, mientras que para erradicar la pedofobia se organizarán días mundiales del orgullo pedófilo y se incluirá la pederastia en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.