La mayoría de los estadounidenses no creen que sea posible tener un género diferente al asignado al nacer. Una mayoría del 57 por ciento de los adultos dijo que el género de una persona se determina desde el principio, y el 43 por ciento dijo que puede diferir.
El diario estadounidense Washington Post constata en una encuesta que algunos estadounidenses se han vuelto más conservadores en estas cuestiones. El Centro de Investigación Pew Research Center encontró que el 60 por ciento el año pasado dijo que el género de uno está determinado por el sexo asignado al nacer, frente al 54 por ciento en 2017. Incluso entre los adultos jóvenes, que son los que más aceptarían la identidad trans, aproximadamente la mitad dijo en el Post-KFF encuesta que el género de una persona está determinado por su sexo al nacer.
La encuesta del Washington Post se realizó en noviembre y diciembre, antes de que los legisladores estatales presentaran más de 400 proyectos de ley anti-trans este año, frente a los 150 proyectos de ley de 2022, según un análisis del diario de los datos de la ACLU. No está claro cómo la oleada de proyectos de ley anti-trans afectará a la opinión pública o si las nuevas leyes dirigidas a los espectáculos de drag queen y las terapias hormonales de cambio de sexo para adultos serán populares.
Alyssa Wells, de 29 años, terapeuta conductual en Daytona Beach, Florida, que participó en la encuesta Post-KFF, dijo que su opinión sobre este tema ha cambiado en los últimos años a medida que ha aprendido más, principalmente de los podcasts cristianos.
“Al principio estaba del lado de la aceptación, como usar los pronombres y esas cosas, porque quiero que las personas sean amables entre sí. No quiero que la gente pelee todo el tiempo”, dijo. Pero ella ha llegado a ver las cosas de manera diferente: “Mi preocupación con las personas transgénero es principalmente con los niños”.
“No podemos votar hasta que tengamos cierta edad, no podemos fumar, beber o lo que sea, pero podemos cambiar la anatomía de nuestros cuerpos y cómo funciona”, dijo. «Simplemente no parece que eso esté bien». Los tratamientos para jóvenes trans a veces incluyen terapias hormonales, pero no cirugía genital, cuyas pautas generalmente dicen que los médicos no deben proporcionar hasta que los pacientes tengan 18 años.
Aún así, mientras el país americano se involucra en un debate nacional sobre la política pública en torno a la identidad de género, las entrevistas y otros resultados de encuestas sugieren que muchos estadounidenses tienen puntos de vista complicados y, a veces, contradictorios sobre el tema.
Si bien la mayoría de los estadounidenses se opone al acceso a bloqueadores de la pubertad y tratamientos hormonales para niños y adolescentes, por ejemplo, una mayoría clara también apoya las leyes que prohíben la discriminación contra las personas trans.
“Hay una gran parte del público estadounidense que todavía trata de entender este problema”, dijo Patrick Egan, académico de política estadounidense y opinión pública en la Universidad de Nueva York. “Esta es una batalla y un debate que se desarrolla en tiempo real ante nuestros ojos, y no sabemos cómo resultará”.
Una de las grandes preguntas sin respuesta es si la opinión pública en torno a los temas transgénero cambiará con el tiempo como sucedió con los derechos de gays y lesbianas. Pero, por ahora, según la nueva encuesta del Washington Post , los legisladores republicanos tienen el viento a favor en gran parte de su agenda legislativa anti-trans.
