Durante la «Notte Bianca» o «Noche Blanca» del 16 de febrero, los visitantes tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia sensorial sin precedentes gracias a la instalación sonora «The Silent Echoes of a Great Sound Sculpture», creada por el artista estadounidense Bill Fontana.
Este proyecto innovador, basado en la captación y amplificación de las vibraciones internas de la campana más grande de San Pedro «el campanone», permitió que la majestuosa campana símbolo perdurable del cristianismo y de la propia Basílica, de más de ocho pies de altura y nueve toneladas de peso, «hablara» por primera vez de manera inusual. Fundida en 1786 por el orfebre Luigi Valadier, esta campana se convirtió en el epicentro de una experiencia auditiva inmersiva que acompañó a los artistas y peregrinos en su recorrido nocturno por la basílica.
Una noche de arte y espiritualidad
El evento formó parte del Jubileo de los Artistas y del Mundo de la Cultura, una serie de actividades organizadas por el Vaticano del 15 al 18 de febrero.
Durante la Noche Blanca, los visitantes pudieron admirar la basílica iluminada en una etérea luz azul, con ángeles resplandecientes en los altares y la Puerta Santa resaltada por juegos de luces. A esta atmósfera mágica se sumó la música en vivo de un violonchelo, que acentuó la experiencia espiritual y estética del evento.
La instalación sonora de Bill Fontana, que se seguirá reproduciendo diariamente de 9:30 a 19:00 durante el Jubileo de la Esperanza, utiliza sensores de alta precisión llamados acelerómetros para captar las frecuencias resonantes dentro de la estructura de la campana. Estas vibraciones, normalmente inaudibles, fueron amplificadas mediante un sistema de sonido avanzado, permitiendo a los asistentes sumergirse en el «paisaje sonoro» del Campanone.
«Latente en la estructura física de todo existen frecuencias resonantes», explica Bill Fontana en su sitio web. «He explorado este fenómeno usando sensores de vibración de alta resolución que revelan los ecos silenciosos presentes en una estructura, convirtiéndolos en una escultura sonora viva». Esta no es la primera vez que el artista trabaja con campanas históricas; en 2022, realizó una instalación similar con la campana Emmanuel de la Catedral de Notre Dame en París.
El mensaje del Papa a los artistas
A pesar de que dos eventos clave del Jubileo de los Artistas –una audiencia con el Papa y un encuentro en los estudios de Cinecittà– fueron cancelados debido a la hospitalización de Francisco por una infección respiratoria, su mensaje llegó a los asistentes a través del prefecto del Dicasterio para la Educación y la Cultura, el cardenal José Tolentino de Mendonça.
En su discurso, el Papa alentó a los artistas a ser portadores de esperanza y a participar en la «visión revolucionaria de las Bienaventuranzas», transformando el sufrimiento en belleza y revelando la verdad oculta en la historia.
Su misión no es solo crear belleza, sino dar voz a los que no la tienen y convertir el dolor en esperanza», expresó Francisco en su mensaje.
Un encuentro entre tradición e innovación
La fusión de arte contemporáneo y espiritualidad en esta instalación resalta la capacidad de la Basílica de San Pedro de seguir siendo un espacio de encuentro entre la tradición y la innovación. Con este tipo de iniciativas, el Vaticano abre sus puertas a nuevas formas de expresión artística, ofreciendo experiencias que conectan la historia con el presente y la fe con el arte moderno.
El sonido del Campanone, capturado y transformado en una obra de arte sonora, se convierte así en un eco del pasado que dialoga con el presente, acompañando a los peregrinos en su travesía espiritual a lo largo del Jubileo de la Esperanza.