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Los católicos siguen siendo perseguidos en China, según el Gobierno de Taiwán

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La persecución de los católicos en China se ha intensificado, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, incluso cuando un funcionario del Vaticano informó recientemente que las dos partes están hablando de abrir una oficina de representación en Beijing.

Según la portavoz Joanne Ou, el Vaticano ha estado solicitando el permiso de China para establecer una oficina de representación desde 1999. Sin embargo, a medida que se ha intensificado la opresión de los católicos y otros grupos por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), dijo, muestra que el acuerdo firmado con el Vaticano no supuso una mejora en las libertades religiosas.

El Estado de la Ciudad del Vaticano es el único país europeo que reconoce oficialmente a Taiwán como el representante legítimo de China, a pesar de la presión del PCCh para cambiar su postura. Con respecto al acuerdo entre el Vaticano y el PCCh, la Sra. Ou dijo que la postura y la esperanza de Taiwán es que mejore la libertad religiosa en China, mientras que Taipei continuará profundizando sus propios lazos con el Vaticano sobre la base de valores comunes. La Sra. Ou también dijo que el hecho de que Beijing haya hecho promesas solemnes al Vaticano no escapa a la atención del Ministerio.

La intervención de la Sra. Ou se produce después de que el Papa indicara recientemente que esperaba que el acuerdo con China, ya renovado una vez, se renueve nuevamente. Esta noticia se produjo poco después de los informes de que el representante no oficial del Vaticano en Hong Kong advirtió a los católicos de Hong Kong que las libertades del pasado habían terminado. El acuerdo, alcanzado en 2018, ya se renovó una vez en 2020. El Vaticano y el PCCh acordaron cooperar en la selección de obispos de una Iglesia católica unida en China.

Beijing ahora elige y nombra obispos a través de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en China (BCCCC). El objetivo es una fusión gradual de la Iglesia Católica Oculta en la Asociación Católica Patriótica China (CPCA). Beijing ha buscado el control de la Iglesia dado que los aproximadamente 97 millones de cristianos en China ahora superan en número a los miembros del propio PCCh. Se estima que entre 20 y 50 millones de cristianos chinos han sufrido persecución en los últimos años. Hoy en China, toda educación religiosa es ilegal para menores de 18 años. Mientras tanto, todas las iglesias registradas con las autoridades ahora son monitoreadas con CCTV.

Los números son difíciles de verificar, pero hay evidencia creíble de persecución de cristianos en toda China, con iglesias demolidas y clérigos encarcelados; el más destacado es el cardenal Joseph Zen en Hong Kong, bajo sospecha de “connivencia con fuerzas extranjeras”. Su juicio está fijado para septiembre. Cardinal Zen no es un caso aislado. El obispo Joseph Zhang Weizhu, arrestado en mayo de 2021, sigue en paradero desconocido, mientras que el obispo Augustine Cui Tai ha estado en prisión de forma intermitente desde 2007 y, según los informes, ha sido objeto de tortura.

En una entrevista reciente con la revista America, el arzobispo Paul Gallagher, secretario de relaciones con los estados del Vaticano, dijo que el Vaticano pronto nombrará diplomáticos para su oficina de estudios en Hong Kong y su misión diplomática en Taiwán. Sobre el acuerdo en sí, el arzobispo Gallagher dijo: “Supongo que el balance general no es terriblemente impresionante. Hemos tenido seis nombramientos episcopales y hay algunos otros en camino. Entonces, no es sin resultados. Supongo que nos hubiera gustado ver más resultados, y hay mucho trabajo por hacer. Pero el acuerdo está cumpliendo hasta cierto punto”. El arzobispo indicó, sin embargo, el deseo de una reunión de alto nivel, “eventualmente, posiblemente, preparando el camino para una reunión entre Xi Jinping y el Santo Padre”.

El arzobispo también dijo: “Creo que sería prematuro firmar definitivamente el acuerdo”, pero ambas partes deberán “negociar si lo renovamos por un año o dos años”. Sin embargo, el arzobispo Gallagher cree que el acuerdo se renovará. Cuando se le preguntó sobre el hecho de que el cardenal Zen no puede viajar al consistorio para crear nuevos cardenales, el arzobispo Gallagher simplemente respondió: «Bueno, si no tiene documentos de viaje, no puede viajar». Cuando se trata del deterioro de la situación en Hong Kong, el arzobispo dijo: “Creo que alentaremos a nuestra gente a aprovechar al máximo la libertad que tienen”.

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  • En el pueblo de Youtong, el P. Dong Baolu no quiso unirse a la iglesia patriótica pseudocatólica. La semana pasada, el PCCh derribó la carpa donde funcionaba la parroquia del P. Baolu. Otro nuevo ataque a la Iglesia Católica, que se suma a los incontables (léase incontables) ataques del PCCh. Y el Vaticano, ansioso de prorrogar el inservible acuerdo secreto con el PCCh.

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