El Papa Francisco ha aprovechado el rezo del Ángelus de este domingo, 19 de marzo, para reivindicar de nuevo la necesidad de rezar por una Ucrania en guerra: «No olvidemos rezar por el martirizado pueblo ucraniano que sigue sufriendo los crímenes de la guerra».
De esa manera el obispo de Roma ha constatado que el conflicto entre Rusia y Ucrania está dejando crímenes de guerra después de que la Corte Penal Internacional (CPI) haya emitido este viernes pasado una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, acusándole de crímenes de guerra por su invasión de Ucrania. Se trata de la primera vez en la historia que este tribunal dicta una orden de arresto contra el presidente de un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU.
En un comunicado, la CPI señaló que Putin es «supuestamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de personas (niños) y del traslado ilegal de población (niños) de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa».
Ucrania siempre en la mente del Papa
El Papa Francisco antes de despedirse de la multitud congregada en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus, el Papa Francisco volvió a dirigir su pensamiento a Ucrania, donde en las últimas horas se ha elevado a diez el número de heridos en el ataque ruso de ayer a la ciudad oriental de Kramatorsk, en la región de Donetsk. Así lo anunciaron las autoridades locales. En el ataque realizado con bombas de racimo contra un parque y una funeraria perdieron la vida dos civiles. Una decena de edificios y varios coches resultaron dañados. Por su parte, las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk sostienen que un civil murió en un bombardeo ucraniano a primera hora de hoy sobre la capital.
Mientras tanto, en lo que el servicio de prensa del Kremlin citado por la agencia de noticias Tass califica de «visita de trabajo», Vladímir Putin inspeccionó a primera hora de hoy varios lugares de la ciudad de Mariúpol, también en Donetsk, y mantuvo conversaciones con los residentes. El presidente ruso llegó en helicóptero, luego recorrió en coche varios barrios y conversó con el viceprimer ministro Marat Khusnullin, quien le informó detalladamente de la marcha de las obras de construcción y restauración en la ciudad y sus alrededores. Según el servicio de prensa del Kremlin, ambos hablaron de la construcción de nuevos micro-distritos residenciales, nuevas estructuras sociales y educativas, infraestructuras de vivienda y servicios municipales e instituciones médicas. Este sábado, 18 de marzo, Putin estuvo en Crimea en una visita sorpresa con motivo del noveno aniversario de la anexión.
Por su parte, en las últimas horas Kyiv anunció sanciones contra los rusos y extranjeros productores de armas para Moscú. El presidente Volodymyr Zelensky pidió que se castigue a Rusia por su agresión no sólo contra Ucrania, sino también contra otros países como Siria, anunciando en Twitter sanciones contra rusos, sirios e iraníes. Según Zelensky, el Kremlin se vio empujado a atacar Ucrania por un sentimiento de impunidad después de que la comunidad internacional no protegiera al pueblo sirio de la agresión rusa.
1 Comentario. Dejar nuevo
La hipocresía y la doble moral que dominan en todo este asunto son un escarnio de la verdad y de la justicia. Se acusa a los rusos y antes de que haya juicio se los declara culpables. Sólo se consideran los posibles «crímenes» de un bando (¿era mejor dejar a todos esos niños y adultos en la zona de guerra para que los masacraran?), ante los del otro se cierran los ojos, el otro bando es inocente por definición, sus crímenes no les interesan a los tribunales, los medios de comunciación los minimizan o los ignoran. Los gravísimos e incontables crímenes (crímenes de verdad) cometidos por los EE.UU. y sus aliados en el Afganistán, el Irak, Libia, Serbia, etc., etc. no merecen la atención de nigún tribunal; es más, se persigue a quienes denuncian esos crímenes y presentan pruebas de ellos, como Asange o Snowden. Los criminales pueden estar tranquilos, continuar ocupando altísimos cargos y tener la seguridad de que sus fechorías seguirán impunes pase lo que pase, pues son intocables. Son ellos mismos quienes mueven los hilos de la globalización, de la «corrección política» totalitaria y de las aberraciones de la ideología de género.