Transcribimos, por su interĂ©s, un artĂculo del prof. George Weigel, publicado en la revista First Things.
En su encĂclica Ecclesia de Eucharistia, el Papa St. Juan Pablo II invitĂł a los catĂłlicos a «reavivar» nuestro sentido de «asombro eucarĂstico», porque «la Iglesia extrae su vida de la EucaristĂa», que «recapitula el corazĂłn del misterio de la Iglesia»: la presencia glorificada y perdurable de Cristo con, dentro y a travĂ©s de su pueblo, cumpliendo su promesa de permanecer con nosotros «hasta el fin de los tiempos» (Mateo 28:20). En la EucaristĂa, la Iglesia se encuentra con su Señor «con una intensidad Ăşnica». AsĂ pues, la celebraciĂłn de la EucaristĂa no es sĂłlo algo que hace la Iglesia; la celebraciĂłn de la EucaristĂa encarna singularmente lo que es la Iglesia.
Ese profundo sentido del asombro eucarĂstico es la razĂłn por la que los obispos latinoamericanos, en su Documento de Aparecida de 2007, insistieron en la «coherencia eucarĂstica» en sus comunidades catĂłlicas. Y segĂşn aquellos obispos (cuyo nĂşmero incluĂa al hombre que se convertirĂa en Papa seis años más tarde), la coherencia eucarĂstica de la Iglesia requerĂa que la santa comuniĂłn no se distribuyese a aquellos catĂłlicos en la polĂtica y la práctica mĂ©dica que no estaban en plena comuniĂłn con la Iglesia porque estaban facilitando o participando en graves males morales como el aborto y la eutanasia.
La cuestiĂłn de la coherencia eucarĂstica se ha agudizado en Estados Unidos desde la toma de posesiĂłn de un hermano catĂłlico, Joseph R. Biden Jr., como presidente de los Estados Unidos. Menos de 48 horas despuĂ©s de que el Sr. Biden tomara el juramento presidencial del cargo, la Casa Blanca emitiĂł una declaraciĂłn celebrando el 48 aniversario de Roe v. Wade, la decisiĂłn de la Corte Suprema de 1973 que ordenĂł sumariamente la licencia de aborto estadounidense de hoy, una de las más radicales del mundo. La declaraciĂłn de la Casa Blanca tambiĂ©n prometiĂł que la administraciĂłn codificarĂa la licencia de aborto de Roe en la ley federal. ÂżCuál es el desafĂo para la coherencia eucarĂstica aquĂ?
Desde una perspectiva moral catĂłlica, Roe v. Wade fue la peor decisiĂłn de la Corte Suprema desde Dred Scott contra Sandford en 1857, y por la misma razĂłn. Dred Scott declarĂł a los negros fuera de la comunidad de protecciĂłn legal, Roe declarĂł indiscutiblemente a los seres humanos, los no nacidos, más allá de los lĂmites de la protecciĂłn de la ley. Tanto Dred Scott como Roe violaron asĂ el principio de justicia social catĂłlica de la dignidad inalienable de toda vida humana; ambas decisiones se basaron en la afirmaciĂłn —biolĂłgicamente falsa y moralmente insostenible— de que las vidas en cuestiĂłn no eran realmente humanas. Es imposible ser un catĂłlico coherente y afirmar la degradaciĂłn de la dignidad humana que suscribe Roe v. Wade.
Y los catĂłlicos incoherentes que reciben la santa comuniĂłn hacen que la Iglesia sea eucarĂsticamente incoherente y, por lo tanto, evangĂ©licamente disminuida.
Esta incoherencia es el triste subproducto de muchos factores: catequesis inadecuada y formaciĂłn catĂłlica; disidencia teolĂłgica de las convicciones catĂłlicas resueltas; liturgia vulgarizada que socava la majestad de la EucaristĂa; un sentido debilitado de lo que significa vivir en el «estado de gracia» y asĂ ser dignos de recibir la santa comuniĂłn; las presiones para ajustarse a las nociones distorsionadas de empoderar a las mujeres; los fracasos de los obispos en desafiar a los que están en su pastoral a una conversiĂłn más profunda a Cristo; laicos catĂłlicos de seguir el mandato del Señor en Mateo 18:15–16 y fraternamente corregir a los conciudadanos incoherentes catĂłlicos. Hoy la palabra «crisis» está muy sobreutilizada. Pero si la incoherencia eucarĂstica en una Iglesia que «saca su vida de la EucaristĂa» no es una crisis, ÂżquĂ© es?
El Grupo de Trabajo de los obispos de los Estados Unidos sobre la participaciĂłn de la nueva administraciĂłn propuso un «documento didáctico» sobre «la importancia de la coherencia o la coherencia eucarĂstica». Dicho documento se publicará a su debido tiempo. Sin embargo, la vida de la Iglesia no está en espera hasta entonces. Este tiempo de crisis es tambiĂ©n un tiempo de oportunidad, y los obispos locales deben aprovechar esa oportunidad para promover la coherencia eucarĂstica de la Iglesia: sobre todo mediante la bĂşsqueda de una catequesis exhaustiva de sus diĂłcesis sobre la verdad de la EucaristĂa en su totalidad, a travĂ©s de las escuelas catĂłlicas, los programas de IniciaciĂłn Cristiana, los ministerios del campus, la predicaciĂłn, las redes sociales y las plataformas de Internet, y las cartas pastorales.
Los obispos locales tambiĂ©n deben, y en persona, trabajar para persuadir a los funcionarios pĂşblicos catĂłlicos que están facilitando graves males morales para que reconsideren y se conviertan en campeones de la cultura de la vida. Tal alcance pastoral llevará tiempo. Pero el momento de comenzar es ahora, porque el alojamiento de la incoherencia ha durado demasiado tiempo. Está en juego el bienestar espiritual de los hijos e hijas de los obispos en Cristo. Y aunque la incoherencia catĂłlica de los funcionarios pĂşblicos catĂłlicos no es Ăşnica, tiene consecuencias distintivas que socavan la coherencia eucarĂstica de la Iglesia.
La verdad siempre debe decirse desde la caridad. Sin embargo, hay que hablarla, y las consecuencias de la obstinada y deliberada incoherencia catĂłlica deben quedar claras. Esto no es polĂtica. Esto es solidaridad cristiana y pastoral.
George Weigel es Miembro Senior Distinguido del Centro de Ă©tica y polĂticas pĂşblicas de Washington, D.C., donde tiene la Cátedra William E. Simon en Estudios CatĂłlicos.
La cuestiĂłn de la coherencia eucarĂstica se ha agudizado en Estados Unidos desde la toma de posesiĂłn de un hermano catĂłlico, Joseph R. Biden Jr., como presidente de los Estados Unidos Clic para tuitear