ForumLibertas ha hecho seguimiento del proceso de ideologización que está sufriendo la empresa de entretenimiento infantil y adulto Disney. Ahora, la responsable de la división de diversidad y vicepresidenta senior de Disney, Latondra Newton, ha abandonado su puesto después de más de seis años de dedicación. Sí, Disney contaba con un puesto dedicado a ideologizar con unas ideas concretas sus películas de animación para niños.
Esta inesperada renuncia sigue generando preocupación entre los seguidores de la compañía, quienes temen que el gigante del entretenimiento siga desviándose de su línea tradicional y adoptando una agenda ideológica que podría socavar su posición como líder del mercado.
A pesar de los rumores infundados que sugerían que su dimisión estaba relacionada con el fracaso de películas como La Sirenita, Lightyear o Mundo Extraño, fuentes internas afirman que Newton ha decidido buscar nuevos retos profesionales y se unirá a la junta corporativa de otra empresa recién fundada por ella misma. Además, planea dedicar más tiempo a su propia empresa creativa.
Durante su tiempo en Disney, Newton tuvo la tarea de desarrollar contenido ideológico denominado «inclusivo», como series, películas y otros proyectos, con el objetivo de adoctrinar a una audiencia global. Su partida ha dejado un vacío en esa aspiración y ha generado incertidumbre sobre quién asumirá el desarrollo de las que se conocen como políticas de diversidad dentro de Disney.
Para ocupar temporalmente el puesto de Newton, se ha designado a Julie Merges como directora de diversidad interina, mientras se busca un nuevo director de diversidad permanente. Aunque se espera una reorganización interna en el departamento de diversidad, Shelby Curry y el equipo de comunicaciones internas continuarán reportando a Carrie Brown, la ejecutiva de comunicaciones internas.
La salida de Newton se produce menos de una semana después de que el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, anunciara la dimisión de la directora financiera, Christine McCarthy. Estos cambios en la alta dirección de la compañía han generado inquietud entre los empleados y seguidores de Disney, quienes ven con preocupación cómo la empresa se aleja de su enfoque tradicional y se embarca en una dirección ideológica incierta.
Desde Disney, se ha elogiado el trabajo de Newton, destacando su liderazgo en iniciativas estratégicas de diversidad, equidad e inclusión, así como su compromiso en amplificar las historias del mundo escritas por personas de diversas culturas y experiencias. Sin embargo, algunos críticos argumentan que la empresa está dejando de ser un referente del entretenimiento familiar para convertirse en una plataforma impulsada por una agenda ideológica, lo cual podría tener consecuencias negativas para su reputación y éxito a largo plazo.
Ante este panorama, los seguidores de Disney esperan que la compañía sea capaz de preservar su identidad tradicional. Solo el tiempo dirá si Disney logrará superar estos desafíos y mantenerse como la empresa de entretenimiento para la familia que ha sido durante décadas, o si su nueva línea ideológica marcará el comienzo de una transformación más profunda y potencialmente perjudicial.
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El entretenimiento familiar no es neutral, transmite siempre una ideología. Las películas Disney van dirigidas a una sociedad en la que la “familia” ha dejado de ser algo definido y concreto para convertirse en un vacío en el que cabe cualquier cosa. El espacio “inclusivo” tiene la virtud de suprimir las diferencias igualando falazmente a quienes se dejan absorber en él. Es un agujero negro del que iguala la luz con la oscuridad.
Por tanto, es normal que en que las películas Disney aparezca de todo, no porque quieran ser un reflejo de los valores sociales, sino porque son un dispensador de toxinas para corromperlos. Por ahora suministran pequeñas dosis, no sea que pierdan demasiada clientela por el efecto rechazo. Después, cuando calculen que el público está lo bastante inmunizado, exhibirán a destajo relaciones homosexuales y personajes trans como si fuesen variantes normales, que incluso presentarán como deseables y preferibles a las otras. Se trata de acondicionar a los niños y adolescentes para que perciban como bueno, sano y valioso lo que no lo es. Como siempre, se trata de una competición entre el bien y el mal en la que no siempre gana el mejor. “Por sus frutos los conoceréis”, como nos enseñó Jesús de Nazareth.
(Entre paréntesis: no debería extrañar que Disney, en favor de la inclusividad, acabe mostrando escenas pedófilas, tanto más cuanto que sus producciones van dirigidas a un público infantil al que hay que motivar para que las acepte y disfrute sin complejos.)
N.O.M.
Nuevo orden mundial, el juego de tronos que los lobbies de poder desarrollan para cambiar y controlar a su antojo el devenir de la humanidad .
Eliminando todo atisbo de la sociedad ( todavía) actual hereditaria De la Iglesia Católica y el Derecho Romano.
Qué mejor, para sus propósitos, que influenciar a los niños, pues son la semilla de ese N.O.M.