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Durante 11 años viví como si fuera un hombre

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Cuando cumplió los 19 años Kathy decidió vivir como un hombre. A los 30 se dio cuenta de que no podía seguir viviendo así.

Cuando cumplí 19 años empecé a tomar hormonas y me cambié el nombre. Fui evaluada por un psicólogo que me remitió a un médico de familia que me recetó las hormonas. Este tratamiento al principio parecía lento, pero luego, en tres meses, mi voz se hizo más grave y empecé a tener como una pelusa de melocotón por la barba y todo eso. Y luego incluso  empecé a tener un patrón masculino de calvicie de patrón masculino. Honestamente, me tomé un poco más de lo recetado para que todo fuera más rápido.

Viví así, presentándome como un hombre, durante 11 años. A los 30 años me di cuenta de que necesitaba volver a ser la mujer que Dios había creado. Era como escuchar a Dios diciéndome «Esto no es lo mejor para ti. No es así como te he creado.».

Tuve que aprender a aceptarme tal como era y también a enfrentarme a las mentiras que creo que me empujaron a ser un hombre. Como crecer en una familia disfuncional: yo creía que las mujeres eran odiadas, que las mujeres eran débiles, que las mujeres eran vulnerables, y yo no quería eso. No quería crecer y ser esas cosas. Así que ser un hombre era la única opción que sentía que era buena y con la que podría sobrevivir a todo eso.

Ahora estoy en paz porque he entendido la verdad sobre quién soy. Fue una batalla entre la verdad y la mentira. Reconocer lo que es esa mentira y luego encontrar la verdad para reemplazar esa mentira.

A todos los jóvenes que se están planteando un tratamiento de hormonas para un cambio de sexo les digo que en lugar de abordar ese síntoma -porque realmente eso es todo lo que es, es un síntoma de algo más profundo que está sucediendo- deben tratar de mirar más allá y preguntarse el por qué. «¿Por qué quieres vivir como un hombre? ¿Por qué crees que eso es mejor? ¿Por qué crees que es más seguro? ¿Por qué consideras que tu sexo es malo?»

Y explorar el origen de esas ideas, porque normalmente hay un trauma que te dice: «esto no es bueno, quien eres no es bueno». Y esto llega a que te odies a ti mismo. Esa fue una de las cosas con las que tuve que lidiar: un profundo odio a mí misma sólo porque era mujer.

Publicado en The Stream

 

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Gracias, por este testimonio! Realmente es así, hay heridas en las personas, y en estos tiempos, que han impuesto la moda de lo trasn, la gente se apunta a ello, pero en realidad lo que hay es sufrimiento, que sale por ahí, como antes salía por tener anorexia o bulimia. Las modas hacen mucho daño, y unas más que otras!

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