El texto titulado Declaración de e-Cristians sobre la pederastia en la Iglesia valora que la pederastia de algunos sacerdotes y religiosos es «un golpe muy duro para la Iglesia». En ese sentido, es necesario «que todos los que lo han hecho sean descubiertos, si es que ya no lo están, los hechos esclarecidos y sancionados disciplinariamente por la Iglesia y penalmente cuando sean constitutivos de delito» y pide acoger a las víctimas desde los propios miembros de la Iglesia.
El documento quiere poner en valor el matiz de que se mezclen en los medios de comunicación «conductas simplemente inadecuadas, con actos moralmente escandalosos con consecuencias penales de diversa gravedad». En nombre de esta objetividad «hay que subrayar que a pesar de la acumulación en el tiempo con el que son presentados, 30, 40, 50 años, resultan pocos casos en relación al conjunto de sacerdotes y religiosos».
Se apunta también la injusticia que representa extender el comportamiento de algunas personas en el conjunto de los sacerdotes y la Iglesia: «Hay que superar el falso relato de una Iglesia atrapada por los delitos sexuales de sus sacerdotes. Hay que rechazar rotundamente que se abre con aquella excusa una causa general contra ella como intenta el gobierno español».
Una atención desigual de los casos de abusos dentro y fuera de la Iglesia
También se reclama que los medios de comunicación y de los poderes públicos presten «la misma atención» para todos los casos de pederastia, y no sólo de aquellos que presuntamente se relacionan con sacerdotes o personas religiosas, ya que la pederastia y los abusos sexuales en general son un problema grave en esta sociedad. En ese sentido se reivindica «el principio de presunción de inocencia» y no convertir a los sacerdotes en «chivos expiatorios» de un problema,» que afecta gravemente a la sociedad en su conjunto».
E-Cristians recuerda que «vivimos en una sociedad y unas instituciones que son post cristianas». Esta realidad hace que la concepción cristianad del perdón por el arrepentido sean entendidos. Por ello, se critica que en la cultura hegemónica este hecho sea «inaceptable para la cultura hegemónica de una sociedad caída en el emotivismo de la némesis».
«Esta cultura hegemónica -prosigue el comunicado- dicta, no únicamente la sentencia antes del juicio, sino cómo deben ser interpretados los hechos. Así censura, y silencia la evidencia de que más del 75% de los casos de pedofilia eclesiales corresponden a hombres en relación a chicos«.
«Sin embargo, las escuelas católicas continuarán llenas, los jóvenes y niños continuarán acudiendo a los centros recreativos y al escultismo católico, y los padres continuarán confiando en ellos. Mucha gente se beneficiará de la ayuda de Cáritas, y a otros servicios de la Iglesia, y aquel que ha llegado al límite y no sabe dónde ir, acudirá a la parroquia. Sí, todo esto permanecerá igual. Pero no es suficiente. Asimismo hay que aportar respuestas a la altura del reto, y los laicos debemos actuar unidos para construirlas. Nosotros hombres y mujeres, jóvenes y mayores, padres y madres, tenemos que salir y hablar alto y claro sobre la dignidad, honestidad y credibilidad de nuestros sacerdotes y obispos», concluye la declaración.
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