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Embriones animales, más defendidos jurídicamente que embriones humanos

Familia

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El animalismo es una teoría que considera que los animales no constituyen una especie diferenciada de la humana y tienen que ser sujetos de los mismos derechos. Por contra, el «especismo» considera que los derechos humanos se consideran diferentes y superiores que los animales.

En la actualidad la teoría que está imponiéndose en algunos sectores de la sociedad es el animalismo, que considera que no hay que situar una clara diferencia de la razón de la protección de los animales en relación con los seres humanos. Un problema que va creciendo.

El profesor de Filosofía Moral y Política en la Universidade de Santiago de Compostela, Óscar Horta, en su artículo en El País titulado «Qué es el especismo y por qué deberíamos rechazarlo» afirma en favor del animalismo: «Cada vez más gente entiende que todos los seres humanos deberíamos recibir pleno respeto. A menudo se asume que esto debería ser así por el simple hecho de que somos humanos. Pero, en realidad, la mera pertenencia a una determinada especie es más que nada una clasificación biológica. No es lo que determina que nos puedan dañar. Lo relevante para esto último es algo mucho más simple: nuestra posibilidad de sentir y sufrir. A esto es a lo que se llama también sintiencia. La sintiencia es la capacidad de tener experiencias, que pueden ser positivas, como el disfrute, o negativas, como el sufrimiento».

Esa tendencia filosófica considera que los seres humanos no deberían tener derechos humanos que los protegieran más que a los animales por el hecho de ser humanos. Algo que, en cierta manera, ocurre incluso en el otro extremo.

Las especies en peligro de extinción: más protegidos que los humanos

¿Se puede encontrar un tipo de legislación que proteja más a una especie animal por encima de la humana? Aunque parezca exagerado la respuesta es que sí.

Ya hoy, al menos en el terreno de las especies protegidas, y en algunos países también los animales domésticos, la protección del embrión de la especie protegida es superior al embrión humano.

La razón por la que eso es así es porque el embrión de la especie protegida aparece regulada en la legislación, lo que, por ejemplo en España con el embrión humano no sucede, lo cual da pie a leyes como la del aborto.

Si una persona mata a una hembra de animal protegido y esta está embarazada, la penalización es mayor; si destruyes el huevo de ese animal la penalización aparece. El animal embarazado es diferente al no embarazado: esa es la diferencia. El huevo se considera que debe ser algo protegido porque es algo relacionado con ese animal amenazado.

Esa condición en las leyes establecidas, para los seres humanos, no existe ni aparece. No hay ningún tipo de sujeto consciente o inconsciente de consideración jurídica. El animalismo está aquí.

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • Mª del Pilar
    27 marzo, 2019 16:22

    No solo no aparece en las leyes para las personas esta diferencia del estado de gestación, sino que las mismas leyes apoyan que se pueda matar al embirón humano dentro del «claustro materno» que es donde más protegido está o debería estar un bebé.
    ¡Ven Señor, no tardes!

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