Un manual teológico es complejo y también complicado. Tal vez no tanto como uno filosófico. Lo es mucho actualmente en ambos por la ignorancia supina generalizada en estas materias. Hace muchísimos años cuando yo era joven, sin necesidad de leer libros profundos, me quedó muy claro que en cada uno de los 7 Sacramentos hay que distinguir cuatro elementos: Materia, Forma, Sujeto y Ministro. Sujeto es quien recibe el Sacramento. Ministro es quien lo confiere. Ahora bien: ¿qué es la Materia y qué es la Forma en cada Sacramento? ¿Por qué su distinción? Entraré en ello en escritos sucesivos.
<<Las expresiones materia y forma tomadas de la teoría hilemórfica de Aristóteles como constitutiva del ser físico, hay que entenderlas de una manera analógica al aplicarlas a los sacramentos, ya que el ser sacramental es un ser moral, no físico. Las cosas entran a formar parte del sacramento a manera de materia, y las palabras a manera de forma. Nada seguiría, por consiguiente, contra la teología sacramentaria si algún día llegara a demostrarse la falsedad de la teoría hilemórfica con relación a los seres físicos>> (pág. 23-24 de Teología Moral para seglares II )
Dudo mucho que el hilemorfismo aristotélico quede trascendido como explicación racional y razonada de las cosas. Al día de hoy está vigente. Sin analogía no hay razonamiento metafísico. Con el vocablo diccionario en línea RAE de este término me quedo a dos velas. En los Sacramentos, para captarlos y vivir mejor su entidad, es muy conveniente una mínima formación filosófica y por consiguiente teológica. Siguiendo el hilo conductor de Teología Moral para Seglares en su volumen II, hablaré un poco de cada uno de los 7 Sacramentos en los próximos escritos.
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: Pregunta 224. ¿Qué son los sacramentos y cuántos hay? Respuesta: Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina. Son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden y Matrimonio.
También está vigente para todo el ámbito de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica lo establecido en el Concilio de Trento en pleno siglo XVI acerca del modo objetivo sacramental Ex Opere Operato, en diferenciación clara del modo subjetivo Ex Opere Operantis. Las revoluciones protestantes reformantes de principios del siglo XVI tuvieron lugar con posterioridad al magisterio inapelable de Tomasso d’Aquino en el transcurso del siglo XIII. Es un magisterio completamente orillado por los artífices de las protestas. Santo Tomás de Aquino entronizó metafísicamente la analogía del ser. Su magisterio es inapelable. Nadie lo ha trascendido al día de hoy. Atiendan este ponderado y extenso escrito de Mercaba acerca de los Sacramentos.
