El número de personas que han decidido acogerse al suicidio asistido en pareja ha aumentado en los Países Bajos, de 13 parejas en 2020 a 33 parejas en 2023.
Este fenómeno refleja una aceptación creciente de la mentalidad eutanasica en la sociedad holandesa, hasta tal punto que se olvida que, en última instancia, se trata de un suicidio asistido.
En los Países Bajos, la ley permite a los ciudadanos decidir cuándo el dolor se vuelve insoportable. Surge entonces una pregunta fundamental: ¿qué grado de cordura puede tener una persona que desea quitarse la vida?
Datos escalofriantes
En 2023, el 5% de las muertes en los Países Bajos fueron mediante suicidio asistido o eutanasia, con 9.068 personas que eligieron este camino. De estas, 66 optaron por quitarse la vida en pareja. El número de parejas que acude a la eutanasia ha aumentado año tras año: 13 en 2020, 16 en 2021 y 29 en 2022.
Entre los casos más conocidos que se han acogido al suicidio asistido en pareja se encuentra el del ex primer ministro holandés Dries van Agt y su esposa Eugenie. Els van Leeningen y Jan Faber se quitaron la vida el pasado 3 de junio, unidos por la decisión de poner fin a sus vidas juntos.
Esta tendencia deja en evidencia una peligrosa práctica: romantizar el suicidio asistido. Lo que plantea profundas preguntas morales y sociales.
¿Cómo se puede comparar la decisión de un suicidio compartido como un acto de amor?
El fenómeno de la eutanasia en pareja refleja una narrativa cultural y sentimentalista que trata de vincular el amor con la muerte. Una trampa donde se justifica la eutanasia en nombre de un «falso amor verdadero».
1 Comentario. Dejar nuevo
Por amor se puede dar la vida, pero no suicidarse.
El sentimentalismo es algo con lo que juegan mucho, a la hora de promover todas estas leyes que van contra la vida.