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¿Evolución o declive moral en Estados Unidos?

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Dos de las cadenas de farmacias más grandes de los Estados Unidos, CVS y Walgreens, comenzarán a vender la píldora abortiva mifepristona, con receta, en farmacias de varios estados de EE. UU. a finales de este mes. La mifepristona es una antihormona que actúa bloqueando los efectos de la progesterona, una hormona necesaria para la continuación del embarazo. Por lo tanto, puede causar la interrupción del embarazo.

La píldora abortiva

Joe Biden aplaudió rápidamente la decisión, emitiendo un comunicado desde la Casa Blanca elogiando un «hito importante» en el mantenimiento del acceso a la píldora y alentando a otras farmacéuticas a buscar opciones similares.

«Con las principales cadenas de farmacias recién certificadas para dispensar la medicación abortiva, muchas mujeres pronto tendrán la opción de recoger su receta en una farmacia local certificada, tal como lo harían para cualquier otra medicación», dijo el presidente de EE. UU.

La primera píldora anticonceptiva de venta libre

En este momento, además, surge una nueva preocupación en Estados Unidos: la inminente llegada de la primera píldora anticonceptiva de venta libre, llamada «Opill». La farmacéutica Perrigo la anunciaba esta semana. Esta noticia ha generado un profundo dolor sobre el impacto que tendrá en la sociedad y en los valores fundamentales de esta.

«Opill» ha sido autorizada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en julio de 2023 y se ha destacado por su efectividad del 93% en la prevención de embarazos no deseados. Detrás de este fármaco se esconde una realidad preocupante para quienes valoran la vida desde su concepción y la dignidad humana.

La aprobación de esta píldora anticonceptiva oral, sin necesidad de receta médica y sin límite de edad para su compra, llevará a una banalización de la concepción y la vida humana misma. Permitir su venta sin receta médica, incluso a niñas, en farmacias y hasta en supermercados, puede crear la confusión de que la anticoncepción es un tema trivial, cuando en realidad debería ser considerado con la seriedad y la responsabilidad que merece.

El paquete de un mes de Opill costará 19,99 dólares; el de tres meses, 49,99 dólares; y el de seis meses, 89,99 dólares. La FDA garantiza que Opill se pueda encontrar en todo el país, incluidos aquellos estados en los que no es posible abortar.

Declive moral

El hecho de que la mitad de los 6.1 millones de embarazos en Estados Unidos cada año sean no intencionales, no debería ser motivo para facilitar el acceso a métodos anticonceptivos o abortivos de manera indiscriminada. Por el contrario, deberíamos reflexionar sobre las causas subyacentes de estos embarazos no deseados y trabajar en soluciones que promuevan la responsabilidad sexual y la protección de la vida desde su inicio.

Es fundamental recordar que cada concepción es el comienzo de una vida humana única e irrepetible, digna de protección y respeto. La disponibilidad generalizada de píldora anticonceptiva como Opill y otros métodos anticonceptivos o la píldora abortiva mifepristona fomentan una cultura en contra de la vida humana e impulsan a una vida afectiva ordenada, con todas sus consecuencias. La puesta en circulación de forma indiscriminada de estos fármacos atentan contra la vida humana y hacen que la vida y el sexo se conviertan en un simple producto de consumo. Pues se minimiza su valor intrínseco.

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