Tal y como informa BioEdge, «en un trágico recordatorio de que los vientres de alquiler no sólo son moralmente reprobables, sino peligrosas, una mujer de San Diego y madre de dos hijos ha muerto al dar a luz a un bebé para otra pareja.
Michelle Reaves estaba actuando como madre de alquiler por segunda vez para la misma familia cuando muriĂł el pasado 15 de enero. Aparentemente fue vĂctima de una rara complicaciĂłn, una embolia de lĂquido amniĂłtico. El bebĂ© sobreviviĂł.
Michelle y su marido Chris ya tenĂan dos hijos. Aunque estaban de acuerdo en que su familia era lo suficientemente grande, Michelle querĂa ayudar a otra familia.
A menudo se dice que una madre de alquiler no corre más riesgo que cualquier otra mujer embarazada, pero puede que esto no sea cierto. Un estudio del 2017 en la revista Fertility and Sterility afirmó que los riesgos son más altos:
«Los recién nacidos de embriones en vientres de alquiler gestados por madres sustitutas han aumentado los resultados perinatales adversos, incluyendo el nacimiento prematuro, el bajo peso al nacer, la hipertensión, la diabetes gestacional materna y la placenta previa, en comparación con los concebidos espontáneamente y llevados por la misma mujer. Los datos indican que los procedimientos de reproducción asistida pueden afectar potencialmente la calidad del embrión y que su impacto negativo no puede superarse ni siquiera con un entorno uterino saludable comprobado».
Jennifer Lahl, del Center for Bioethics and Culture, señala que la subrogación comercial puede ser una opción tentadora para las mujeres, especialmente en California, donde la remuneración puede llegar a los 85.000 dólares.