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Grave persecución religiosa en Ucrania

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El pasado 10 de marzo el gobierno ucraniano ordenó el deshaucio, antes de finalizar el mismo mes, del llamado Monasterio de las Cuevas de Kiev, habitado por una comunidad de 200 monjes.

Hasta el momento de redactar este artículo la comunidad religiosa no había acatado la orden gubernativa. Una comisión del gobierno se presentó en el monasterio el jueves 30 para exigir su desalojo, a lo que no accedieron las autoridades religiosas. Grupos de fieles concentrados en torno a los edificios y otros instalados dentro apoyan a los monjes en su resistencia contra el deshaucio. La comisión gubernamental no descarta el uso de la fuerza para expulsar a los religiosos y los feligreses.

Del complejo de edificios que constituye el monasterio de las Cuevas de Kiev forman parte también la Catedral de la Dormición y la sede del Metropolita de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.

El monasterio, uno de los mayores y principales centros espirituales, culturales e históricos de todo el mundo ortodoxo, fue fundado en el siglo X por anacoretas que habitaban las cuevas que le dan nombre. Desde su fundación y hasta la revolución bolchevique de 1917 fue uno de los más grandes y venerados cenobios de toda Rusia. Los comunistas expropiaron los edificios y expulsaron a los monjes.

La Catedral de la Dormición fue destruída en la Segunda Guerra Mundial. Según algunos la destrucción fue obra de los partisanos, según otros de los ocupantes nazis, aliados del dirigente nacionalista ucraniano Stepan Bandera. La Catedral fue más tarde reconstruída y nuevamente consagrada en 2000.

El monasterio guarda valiosísimas obras de arte, así como reliquias de gran antigüedad y es Patrimonio Cultural de la Humanidad. A partir de la Perestroika en la década de 1980 el monasterio volvió a ser habitado por una comunidad de religiosos. Sin embargo, los edificios continuaron siendo de titularidad estatal.

Los cismáticos se declararon independientes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y autoproclamaron un «patriarcado de Kiev»

Tras la independencia de Ucrania en 1990 el metropolita de Kiev, Filareto, encabezó un cisma, fundando una iglesia nacional (autodenominada «Iglesia Ortodoxa en Ucrania»), a la que se unieron algunas muy minoritarias iglesias ucranianas disidentes. Los cismáticos se declararon independientes de la Iglesia Ortodoxa Rusa y autoproclamaron un «patriarcado de Kiev».

Este movimiento fue condenado explícitamente por todas las iglesias ortodoxas, incluído el Patriarcado Griego de Constantinopla. Los cismáticos, que fueron excomulgados y que tampoco gozaron de reconocimiento por parte de la Iglesia Católica, no lograron el control de toda la Iglesia Ortodoxa en el país, de modo que siguió existiendo una Iglesia Ortodoxa Ucraniana unida al Patriarcado de Moscú. De ésta siguió formando parte el Monasterio de las Cuevas.

En el año 2019 el Patriarca de Constantinopla, que hasta entonces había condenado a los cismáticos ucranianos, cambió de posición y les otorgó su reconocimiento como iglesia autocéfala. Ello tuvo dos consecuencias:

Por una parte otras iglesias ortodoxas siguieron el ejemplo de Constantinopla y reconocieron a los cismáticos; por otra, se produjo una gravísima ruptura entre éstas y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Sin ninguna duda, estas vicisitudes estuvieron determinadas por motivos políticos relacionados con la guerra civil en la región ucraniana de Dombás, comenzada en 2014. Al recrudecerse e internacionalizarse el conflicto en 2022, en virtud de la intervención militar rusa, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana no cismática y unida al Patriarcado de Moscú fue sometida a fortísimas presiones y prácticamente obligada a romper sus lazos con Moscú y a declarar su adhesión a la posición del gobierno ucraniano.

Ello, sin embargo, no ha impedido que durante el último año fuera víctima de persecuciones por parte del régimen de Zelenski, incluyéndose la encarcelación de religiosos y la violación de recintos sagrados, como durante las redadas policiales efectuadas en el mismo Monasterio de las Cuevas.

La orden de desalojo del Monasterio de las Cuevas de Kiev se apoya en la acusación gubernamental de «uso inapropiado» de los edificios por parte de la comunidad religiosa, sin que se especifique más y sin que haya una orden judicial. El presidente Volodimir Zelenski rechazó la solicitud de audiencia realizada por las autoridades religiosas, quienes han presentado ante la justicia un recurso contra la orden de deshaucio.

El presidente Volodimir Zelenski rechazó la solicitud de audiencia realizada por las autoridades religiosas, quienes han presentado ante la justicia un recurso contra la orden de deshaucio Clic para tuitear

 

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