Quedan pocos días para la Solemnidad de Pentecostés 2021. Me quedan pocos días para cantar (en mi caso de memoria), como canto final de misa de día laborable presente en devocionario para los fieles, porque el párroco así lo quiere, el canto mariano por excelencia desde Pascua de Resurrección a Pascua de Pentecostés de todos los años: “Regina Caeli laetare, aleluia. Quia quem meruisti portare, aleluia. Resurrexit sicut dixit, aleluia. Ora pro nobis Deum, aleluia” Tiene una duración de medio minuto. Botón de muestra: los monjes de Santo Domingo de Silos . Botón de muestra de mi voz laica y de memoria en grabación de ahora mismo.
Entre silencios tontos, silencios absurdos y silencios sistemáticos desde el ambón de obispos, curas y frailes, especialmente los de omisión pastoral, el canto básico gregoriano de templo brilla por su visceral ausencia. Se me ha metido en la cabeza que yo tengo que ir a contracorriente. Todavía más. Mínimamente sé cantar y notablemente entiendo de Sagrada Liturgia. Si me conviene, sé llevarle la contraria al clero que “desafina” en liturgia desde hace lustros y no solo en el canto. ¿Me cuesta dar clases de canto litúrgico? Creo que no. Más que clases son apuntes para el autoaprendizaje. El de Vd. que me lee.
El canto por excelencia de invocación al Espíritu Santo es el Veni Creator Spiritus. La grabación de Giovanni Vianini y su Schola Cantorum está muy bien. Es ésta. Cantar sin que nadie te dirija, en soledad y al mismo tiempo auto grabarte con el móvil, es complicado. Cantar bien escuchando al mismo tiempo una grabación recetada es más difícil. Conseguir una grabación propia en formato publicable todavía más. Seguir un devocionario con la letra equivocada también es complicado.
Queda el recurso de imprimir la letra de la Wikipedia –que es la correcta- y cantar a capella con el propio móvil, guardando el devocionario. Aunque haya equivocaciones mías de canto no importa. Se empieza así. Yo, Vd. y cualquiera que se precie en cultivar el canto litúrgico de la Iglesia, a contracorriente y en solitario. El artículo de la Wiki está muy bien. Y mi modo de cantar en auto YouTube de móvil un solo intento en directo… ¡pues la verdad también!
Si hace esto un pequeño comité de laicos y laicas dispuesto allí dónde un párroco lo quiera, lo ampare y lo defienda ante sus superiores, en cuatro días las vivencias colectivas de templo serán muy distintas a las actuales en todas partes. Cantar es un don. ¡Carezco de estudios musicales! Si los obispos cierran templos por falta de quorum yo seguiré cantando en gregoriano y en voz muy alta cada vez que se me tercie.