Es viernes 13 de noviembre y empiezo a redactar sobre el modo de comulgar. Hace lustros que quiero pontificar sobre esto. El clero y el episcopado pasan de hacerlo. Ha llegado el momento de que yo lo haga. Ayer jueves contrajo Matrimonio una sobrina. No acudà al evento por razones escleróticas. Asistà a la retransmisión YouTube. Visualicé, entre seres queridos familiares, quién comulgaba en la mano. Visualicé una novedad. Hasta cierto punto puede parecer lógico. No tiene nada de lógico en personas formadas y bien formadas en la ortodoxia. Al parecer se trata de una ortodoxia de boquilla que choca frontalmente con la formación catequética y eclesial recibida. En el contexto de esta misa matrimonial y de los sacerdotes concelebrantes asistentes, ¿quién se cree quién es entre mis seres queridos para comulgar en la mano ayer? ¿Habéis sucumbido? ”Yo no!
Para resistirse a la imposición dictatorial de comulgar en la mano, mi hija primogĆ©nita debe recurrir a la comunión espiritual en el cenobio cisterciense de Poblet. Ā”Vive allĆ! Pensando en ella, en contraposición a lo que vi ayer, ahora me toca pontificar a mĆ un poco. Si me alargo ya cortarĆ© el artĆculo en varias entregas. No se trata de seƱalar a nadie, ni de juzgar a nadie. Se trata de entronizar la ortodoxia litĆŗrgica refiriendo los cĆ”nones litĆŗrgicos que el clero, incluido el ortodoxo, no refiere. Se trate de que yo hable. Si los obispos no lo hacen es su problema y no el mĆo. Conviene que el episcopado sepa que aĆŗn quedan laicos como yo. Me importa un rĆ”bano quedarme solo. Si soy capaz de esto y me expreso con propiedad, tal vez mĆ”s de uno y de una que me lean reaccionen a mi toque de atención. Ā”O bien consoliden su actitud de ortodoxia con mi respaldo! Pues de esto se trata y jamĆ”s de los jamases de suplantar al clero o seƱalar incorrectamente al episcopado. Ā”Lejos de mĆ hacer esto Ćŗltimo! Ā”Hacer el primo clerical de misa todavĆa menos!
Ā”Ay la libertad! ĀæQuĆ© es y quĆ© no es? Una vez mĆ”s es muy propicio acudir al libro del peregrino ĆƱigo. EntrarĆ© en ello mĆ”s adelante. Ahora toca grabarme con mi móvil un canto eucarĆstico de juventud. Es sencillo y bonito. Es corto. Se canta a dos voces. Son las palabras que pronuncia el sacerdote en voz alta, despuĆ©s de hacer Ć©l la genuflexión, levantando la Hostia consagrada en el momento de la Comunión. Las dirige al pueblo de Dios congregado. Primero dice: Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los llamados a esta cena. A continuación, en voz alta y hacia los comulgantes, antes de comulgar Ć©l, proclama: SeƱor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastarĆ” para sanarme. Son las palabras del centurión romano a Nuestro SeƱor (Mt, 8-8) rogando la curación de su siervo. Cantar va muy bien. En internet encontrarĆ”n vĆnculos. AhĆ va la canción en las dos octavas en canción descargada y no la cantada por mĆ hace un rato. Ā”Oh SeƱor yo no soy digno!
En la foto adjunta, la comunión de rodillas, en reclinatorio y con monaguillo, en la prÔctica hoy no se estila. Quiero destacar el desnivel entre comulgante y ministro. Es el ideal para comulgar en la boca tal como establece con carÔcter normativo la Sagrada Liturgia del vigente Concilio Vaticano II.
SĆ”bado 14 de noviembre: Cliquen este vĆnculo manualmente ya que automĆ”ticamente no me deja https://youtu.be/tzsIburxELo
2 Comentarios. Dejar nuevo
1.- Se selecciona el https y que quede iluminado todo en azul. 2.- Con el botón derecho del mouse se clica en la opción Ā«ir a…Ā» Canto primero en la octava baja y a continuación en la alta. Es para que aprendan a cantar este canto.
Si me atienden desde el teléfono móvil, basta con seleccionar la razón youtube y clicar la opción de la izquierda de las tres que aparecen.