Los estudiantes de la Universidad Católica de América han pedido a la administración que prohíba los 200 sitios web de pornografía más importantes de su sistema de internet. La petición llegó tras la resolución aprobada por la Asociación de Gobierno Estudiantil de la universidad.
La “Resolución para una red de campus libre de pornografía” fue patrocinada por el senador Gerard McNair-Lewis, estudiante de tercer año de la Universidad. McNair-Lewis afirma que el Senado de la Asociación de Gobierno Estudiantil «solicita a la Universidad que adopte una postura externa sobre el uso de la pornografía al prohibir el acceso a los 200 mejores sitios de pornografía a través de la red del campus«. «Esto permite que la Universidad se elimine a sí misma como un medio para acceder a dicho material», explica.
La resolución fue aprobada por una votación de 13 a 12, y firmada por el presidente de la SGA Jimmy Harrington. El vicepresidente estudiantil, Weston Kirby, emitió el voto de desempate.
En una declaración emitida después de que firmó la resolución, Harrington dijo que no creía que los estudiantes de la Universidad Católica de América tuvieran ningún derecho inherente a acceder a la pornografía en el Internet de la escuela.
«Estoy firmando la Resolución no por motivos puramente religiosos o católicos, sino porque la Universidad Católica de América puede y debe ejercer sus derechos para prohibir el uso de la pornografía en la red del campus», dijo Harrington.
La pornografía «no es solo un problema de hombres»
Una de las copatrocinadoras de la resolución, Alexandra Kilgore, dijo a CNA que estaba sorprendida de saber que no se habían tomado esas medidas todavía.
«Honestamente, me sorprendió saber que tal prohibición no estaba ya implementada. Incluso mi escuela secundaria pública bloqueó contenido inapropiado en su wi-fi, la Universidad Católica de América podría haberlo hecho mejor», dijo.
«Como mujer -añadió-, pensé que era importante ser copatrocinador para sacar a la luz que la pornografía no es solo un problema de hombres. La industria no solo explota y se aprovecha principalmente de las mujeres y las niñas, sino que las mujeres pueden luchar contra la adicción y el consumo tanto como los hombres».
Kilgore describió la resolución como una expresión positiva de preocupación corporativa entre el cuerpo estudiantil, no como una condena.
