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Lo Trans: cuando el sentido común se rebela

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Ocurrió este verano: un columnista de La Voz de Galicia osó afirmar lo que cualquiera con dos dedos de frente entiende. Se llama Paco Sánchez y recibió una catarata de críticas… pero también numerosos apoyos de personas que, por fin, leían algo sensato y respetuoso sobre este delicado asunto que se ha convertido en excusa propagandística de la ideología de género.

Vale la pena leerlo y hacer que otros lo lean. Vaya desde aquí nuestra enhorabuena al valiente y sensato Paco, que se ha atrevido a escribir lo siguiente:

«Deberíamos hablar más claro y dejar de decir que se puede cambiar de sexo. No se puede. Cabe simular el sexo contrario -solo hay dos, y no varios, como demuestra un aplastante 99,8 % de la población-, cabe intentar parecer un hombre o una mujer mediante el uso, peligrosísimo, de hormonas o mediante cirugías que suponen casi siempre la castración, la condena a la esterilidad. Pero no es verdad que se den verdaderos cambios de sexo. Tampoco parece que quienes lo intentan consigan sentirse mejor consigo mismos, con sus falsos miembros o sus amputaciones de órganos sanos. Si para los que sienten ese problema de identidad el riesgo de suicidio se multiplica por nueve, para quienes llevan a cabo un aparente cambio de sexo, el riesgo es diecinueve veces superior. En fin, uno lo entiende todo, lo comprende todo, porque en ocasiones los niveles de desesperación pueden ser muy grandes y la presión publicitaria -casi siempre a través de la cultura- de nuevos nichos de mercado, para médicos que renuncian a sanar enfermos o para productos farmacéuticos que habrá que tomarse toda la vida, puede resultar insoportable. Pero hay una cosa que no entiendo ni disculpo.

Me parece diabólico que esto se haga con niños, con menores de edad en general, comprometiendo para siempre su existencia por una percepción acaso pasajera o porque, simplemente, son homosexuales. Al mismo niño al que no se le permite comprar una aspirina se le consiente -y se fuerza a menudo a sus padres- que inicie tratamientos bárbaros de los que dependerá para siempre, si sobrevive.

Del tétrico dogma trans no se puede disentir: hay mucho dinero en juego. Pero que dejen en paz a los niños, por favor.»

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2 Comentarios. Dejar nuevo

  • Es hora de hablar claro y alto como Paco, precisamente en este día, acaba de salir la noticia de cientos de médicos de Australia, contra los tratamientos a los denominados «menores trans». Han firmado una petición dirigida al ministro de salud.
    Tambien la denuncia de la FDA, conttra la medicación y como cientos de niños están teniendo problemas de salud e incluso encuentran la muerte por su causa.
    Algún día, todos estos medios de comunicación, politicos y personas que están fomentando todo esta manipulación, serán juzgados por el mal que estan implantando en la vida de los niños y jóvenes del mundo!

    Responder
  • Todo no es igual, ni da igual. Cuando vas por una carretera y te encuentras con un hoyo, das un rodeo, intentas no meterte en el bache.
    El relativismo es mentira, y quien cree que todo es relativo, no hace bien. El bien o el mal, ¿Qué eliges…?

    Responder

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