He aguardado a ver reflejado un eco informante en Forum Libertas de lo acontecido en el Templo Basílica de la Sagrada Familia el pasado domingo día 29 de setiembre por la tarde. Mejor que me ocupe yo de ello ahora hoy sábado 5 de octubre. Tomen nota: Hubo seis (6) ordenaciones sacerdotales diocesanas. He clicado “ordenaciones sacerdotales” y me aparece esto publicado en La Vanguardia. Son palabras previas del Sr. Cardenal Arzobispo Joan Josep Omella. Asistí a la ceremonia. Empezó puntual a las 17 (con ocho minutos controlados de retraso) y duró 3 horas y unos minutos. A las 20:30 el pueblo de Dios congregado abandonó el templo. La archidiócesis de Barcelona cuenta con seis ministros más.
El templo de la Sagrada Familia permite estos eventos sin estrecheces y con asiento. Eso sí: con pantallas de televisión para seguir la ceremonia viendo el altar y lo que acontece. Para acceder es preciso una entrada gratuita con código QR y acceder con tiempo como si se tratara de un aeropuerto. Son cosas del futuro actual. Unos días antes se solicitan las entradas. Ningún familiar se queda sin ellas. Quien no es familiar no sé si puede obtener entradas. En mi caso era la ordenación sacerdotal de un sobrino. Mi entrada era la núm. 2246.
Destaco la magna concelebración de la misa: ¡muchos sacerdotes con el Sr Cardenal! Los cantos litúrgicos podían seguirse bien cantando como pueblo de Dios y escuchando el coro litúrgico. Me complació mucho que Mons. Omella en su homilía aludiese al Principio y Fundamento de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. He publicado sobre esto último. El templo de la Sagrada Familia estaba lleno en los asientos y nadie de pie. Había niños y bebés. Y ninguno piaba. Había mucha concentración laical acerca de lo que acontecía en el presbiterio.
Pienso que hemos de congratularnos con estos eventos. Son la perpetuación en el tiempo del evangélico “id por todo el mundo y predicad el Evangelio”. Aquí tienen un link de Nazaretv, con entrevista de 25 minutos al día siguiente de la ordenación diaconal el pasado 19 de marzo. ¡Ahora son sacerdos in aeternum en la Archidiócesis de Barcelona! ¡Aleluya!