En los primeros dos años y medio de proyecto, el equipo científico de CaixaResearch Placenta Artificial ha conseguido desarrollar un prototipo de placenta artificial funcional con supervivencias de 12 días con buen estado fetal en un modelo animal, lo cual evidencia que el mantenimiento de un prematuro muy extremo en un sistema de placenta artificial es viable.
La Fundación ”la Caixa” impulsa con 4,3 millones de euros más el proyecto para que se lleve a cabo una segunda fase de validación experimental que permita una última de aproximación clínica. La entidad ya había apoyado la primera fase con 3,35 millones de euros, que han permitido mejoras y han posicionado el proyecto, el único de este tipo en Europa, como uno de los líderes del mundo.
El sistema de placenta artificial diseñado en el proyecto tiene el objetivo de reproducir y prolongar las condiciones fisiológicas del útero materno para permitir el correcto desarrollo de los órganos de los recién nacidos de seis meses o menos, de modo que aumenten sus posibilidades de supervivencia y se minimicen las secuelas que sufren muchos de estos neonatos, lo que promoverá un cambio de paradigma en el tratamiento de los prematuros extremos.
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Conviene pensar a largo plazo y tener muy en cuenta todas las posibles consecuencias de cada logro técnico. Como es habitual, las investigaciones no se quedarán en el punto en que se hallan, sino que, con toda seguridad, continuarán a fin de crear una placenta artificial capaz de garantizar supervivencias cada vez más largas para fetos de cada vez más jóvenes. Es posible que los investigadores del programa mencionado en el artículo no tengan intención de trabajar en esa dirección, pero estos resultados pueden ser la base para que otros sí lo hagan, son casi una invitación a ello, de eso no cabe duda. Si relacionamos las posibilidades que abre esta investigación con las de la creación de modelos de embriones sintéticos dada a conocer recientemente en Inglaterra, las perspectivas que se abren son terroríficas: fabricación de seres vivos, tanto humanos como no humanos, sin previo proceso de fecundación en placentas artificiales. Podrá objetarse que en este momento se está a inmensa distancia de llegar a ese punto, que existen obstáculos enormes que lo dificultan, que esto no es más que ciencia ficción, que no pasa de ser la torpe especulación de un lego en la materia, etc. Cierto, pero también es cierto que casi nunca, en el curso de investigaciones bienintencionadas, se toma suficientemente en serio los riesgos a largo plazo: ejemplos sobran (la bomba atómica era ciencia ficción unos cuantos años antes de que estallara la primera), así como alicientes tanto lícitos como ilícitos para adentrarse en territorios peligrosos. ¿Cuáles serán las consecuencias dentro de una, dos o cinco décadas? Antes de tomar la decisión de seguir adelante o no, es imprescindible reflexionar y discutir muy larga y profundamente.