Poco se escribe, se analiza y se comenta en relación al suicidio demográfico al que estamos asistiendo en Occidente y muy especialmente, en Europa. Y lo poco que se analiza en los medios, se conforma con la excusa de la «situación económica».
Pero lo cierto es que en España hemos tenido muy recientemente épocas con peor (mucho peor) situación económica y social, y nunca habíamos conocidos tasas de natalidad como las actuales, que garantizan la desaparición de nuestra cultura y nuestra sociedad.
¿De veras quieren hacernos creer que los jóvenes entre 25 y 35 años de nuestra sociedad trabajan 24 horas al día, 7 días a la semana, y no llegan a final de mes? Seamos serios, por favor…
El Suicidio demográfico, antesala del suicidio social y cultural de Occidente.
Nuestros jóvenes disponen todos de un smartphone de última generación, viajan, como poco, una o dos veces al año, no se pierden un buen concierto o festival de 3 ó 4 días y, por supuesto, están a la última en todos los estrenos de series y cine de las plataforma de streaming a las que están suscritos.
A nuestros jóvenes nadie les ha enseñado la importancia de la familia para la sociedad. No sólo eso, de hecho les han enseñado justo lo contrario: Que el matrimonio «para toda la vida» no tiene sentido, que los hijos son un estorbo para su desarrollo personal y profesional y que, como pueden hacer sexualmente lo que les venga en gana con y cuando quieran, no necesitan ni tan siquiera unirse sentimentalmente de forma estable a otra persona de distinto sexo…
Desgraciadamente, la falta de natalidad es el fruto de la cultura hedonista y ególatra imperante en nuestra sociedad, fomentada desde todas las administraciones públicas en Occidente, sin la que el capitalismo salvaje y las compras compulsivas no tendrían cabida en una sociedad a la que le han hecho creer que en esta vida todo depende de la economía.
La promoción del aborto y los medios anticonceptivos no han conseguido frenar el alarmante incremento de las Enfermedades de Transmisión Sexual, consecuencia de una promiscuidad que comienza cada vez a edades más tempranas, pero si han conseguido acabar con la vida de, al menos, 100.000 españoles cada año.
Para revertir esta situación no basta con «cheques bebé». Necesitamos políticos que apuesten por el matrimonio y la familia como valores fundamentales de la sociedad, promoviendo una cultura de la vida en todos los aspectos que inciden en la natalidad de un país.
Daniel Fernández Venegas
Asociación Cristianos en Democracia.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Es totalmente cierto que la familia es fundamental en toda sociedad y es la institución que hay que reforzar diariamente. En realidad por el tema económico, ni España, ni Europa tendrán como factor de decrecimiento la baja natalidad porque lo compensan con inmigración, dándose el fenómeno de sustitución demográfica, en países avanzados siempre habrá una fila de inmigrantes en edad laboral que pueden compensar la falta de nacimientos. El tema no es económico, sino social y moral donde la familia es fundamental para que haya una sociedad justa, equilibrada y solidaria
Latinoamérica está en el misma situación Necesitamos más ayuda tecnológica que contrarreste la información negativa sobre los hijos ¿Tienen una imagen pero dirigida a los varones, por favor?, Ya las chicas va a decir que porqué las culpamos a ellas solamente!. Gracias
Sí, estas razones que apunta el artículo parecen ser la causa real del suicidio demográfico. Es tarea de todos. Vamos a por ello.
Muchas gracias