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«Tóxico», la palabra del año 2018 para el diccionario Oxford

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El adjetivo tóxico se define como «venenoso» y apareció a mediados del siglo XVII del latín medieval, que significa «envenenado» o «imbuido de veneno». Pero la historia de la palabra no comienza allí. El término latino medieval fue tomado a su vez del latín toxicum, que significa «veneno», que tiene sus orígenes en el tokikon pharmakon griego: veneno letal utilizado por los antiguos griegos para manchar las puntas de sus flechas. Curiosamente, no es pharmakon, la palabra para veneno, la que dio el salto al latín, sino toxikon, que proviene de la palabra griega para «arco», toxon.

¿Por qué fue elegida «tóxico» como Palabra del Año?

La palabra del año de Oxford es una palabra o expresión que, según considera el diccionario, refleja el espíritu, el estado de ánimo o las preocupaciones del año que pasa, y tiene un potencial duradero como término de importancia cultural.

En 2018, tóxico se agregó a muchas otras palabras convirtiéndose en un calificativo para los temas más comentados del año. Es el gran alcance de su aplicación, según lo encontrado por la investigación de Oxford, lo que hizo «tóxico» la elección perfecta para el título Palabra del año.

Según el diccionario, junto con un aumento del 45% en el número de veces que se ha buscado en oxforddictionaries.com, durante el último año la palabra tóxico se ha utilizado en una variedad de contextos, tanto en su sentido literal como en el más metafórico. Los 10 principales términos con los que este adjetivo se ha utilizado son los siguientes.

Top 10 «tóxicos» en 2018

  1. Químico
  2. Masculinidad
  3. Sustancia
  4. Gas
  5. Ambiente
  6. Relación
  7. Cultura
  8. Residuos
  9. Algas
  10. Aire

(Procedente del corpus de Oxford)

Este año, el «químico tóxico» ha tenido una importancia especial ya que el envenenamiento por agentes nerviosos de un ex oficial de inteligencia ruso y su hija en Gran Bretaña fue uno de los temas más comentados en todo el mundo. La continua atención internacional del caso, incluida la creciente preocupación sobre quién tiene acceso a las reservas de sustancias químicas tóxicas del mundo, propició que la «sustancia química» encabezara la lista de palabras que se vieron con más frecuencia asociadas a «tóxico» en 2018.

De manera similar, ha aparecido las combinaciones «gases tóxicos» y «desechos tóxicos«; este último se ha convertido en un punto especialmente focalizado, ya que Estados Unidos trata de combatir la propagación de desechos tóxicos a raíz de los huracanes y se han dado numerosas protestas populares contra empresas que queman regularmente desechos tóxicos, especialmente en India.

Esta quema de desechos tóxicos, que da como resultado la liberación de gases tóxicos, ha sido identificada como una de las varias causas del aire tóxico. La contaminación del aire se ha convertido en una preocupación importante para la salud pública, y la atención mundial prestó especial atención en octubre de 2018 cuando la Organización Mundial de la Salud publicó su informe sobre la calidad del aire que respiran los niños en todo el mundo. El informe describió esta contaminación como «aire tóxico», lo que significa de manera clara y potente su naturaleza venenosa, y con la ayuda de la cobertura de los medios internacionales, sirvió para consolidar la asociación de toxicidad y mala calidad del aire en nuestro léxico.

Tales contaminantes no solo son peligrosos para nuestra salud, sino para la salud del medio ambiente. En relación a esto, otro de los muchos problemas ambientales discutidos este año ha sido el desastre de las «algas tóxicas» en Florida, Estados Unidos. El Senado del estado abordó este problema, lo cual hizo más mediática su aparición y búsqueda.

El término «ambiente tóxico» en sí mismo, sin embargo, se ha utilizado con más frecuencia en referencia a los entornos laborales dañinos y el costo que esto implica para la salud mental de la fuerza laboral. Este año, desde las cargas de trabajo excesivamente exigentes hasta el acoso sexual, muchas compañías han sido expuestas sobre esta cultura tóxica, es el caso de las huelgas en Google, o Philip Green, presidente de la Cámara de los Comunes acusado de mal uso de su poderes oficiales para encubrir las denuncias de acoso escolar en Westminster.

Sin embargo, las relaciones tóxicas no son exclusivas del lugar de trabajo, y ya sean sus socios, padres o incluso políticos, este año ha visto tanta discusión sobre las «relaciones tóxicas» en nuestra sociedad que la «relación» es el sexto tema tóxico más visto para 2018. Un elemento recurrente en tales discusiones ha sido la «masculinidad tóxica«, en gran parte promovido por el feminismo radical.

Los datos del corpus del diccionario Oxford muestran que, después de «químico», «masculinidad» es la palabra más utilizada en combinación con tóxico este año. Con el movimiento #MeToo destacando la masculinidad tóxica y los acontecimientos políticos decisivos como el comité judicial del Senado de Brett Kavanaugh, que al final se demostró falso.

 

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