El nuevo tratado, un acuerdo para reforzar las relaciones bilaterales firmado por la canciller Merkel y el presidente Macron en Aquisgrán, han rubricado y se ha querido escenificar sobre el escenario, en la capital de Carlomagno y del primer proyecto que aunaba en pacífica convivencia a los pueblos europeos. Un nuevo acuerdo que, en palabras Merkel, quiere consolidar aquellos fundamentos y mirar al futuro para emprender proyectos conjuntos sobre temas tan candentes como la política exterior, la defensa común, la integración económica o la política ambiental.
Aquisgrán se presenta como toda una declaración de intenciones por parte de Francia y Alemania, una hoja de ruta para ser más Europa y para serlo mejor, precisamente ahora que empiezan a aparecer ciertos populismos nacionalistas. ¿Será necesario un nuevo acuerdo?