fbpx

Una anciana monja arrastrada atada a un coche en Hortaleza

COMPARTIR EN REDES

Siete de los mártires del siglo XX en España nacieron un 6 de febrero: una escolapia leridana, una franciscana misionera leonesa -el caso del que daré más detalles, por haber sido maltratada hasta el extremo de atarla junto con otra mujer y un sacerdote a un coche para matarlos-, un carmelita calzado burgalés, un sacerdote operario tarraconense, un marista barcelonés, una hermana de la Doctrina Cristiana en Valencia y una hermanita de la Caridad navarra.

Dos se salvaron por no caber en el coche María Josefa Antonia (María del Niño Jesús) Baldillou y Bullit, escolapia de 31 años, nacida en Balaguer (Lérida) en 1905, fue asesinada con otras cinco el 8 de agosto de 1936 en la playa de El Saler (Valencia) y beatificada en 2001. Las escolapias habían dejado el 19 de julio su residencia para refugiarse en casas de familiares o de alumnas. Siete religiosas hallaron cobijo en un piso de la calle San Vicente.

A las cinco de la mañana del 8 de agosto unos milicianos republicanos se presentaron en la vivienda diciendo que “las señoras de aquel piso tenían que presentarse en el Gobierno Civil”. Las habían denunciado.

Como no cabían en el coche se llevaron a cinco: María Luisa Girón, Antonia Riba Mestres (Clemencia de San Juan Bautista, de 42 años, de Igualada, Barcelona), Nazaria Gómez Lezáun, María Baldillou Bullit y Presentación Gallén Martí. Fueron conducidas a la playa de El Saler y asesinadas. Compañeras de beatificación (aparecen en el cartel) fueron otra escolapia asesinada en Madrid y las dos primeras beatas uruguayas, exalumnas escolapias laicas.

Atados a un coche para lincharlos Dorotea (sor Gertrudis) Llamazares Fernández, franciscana misionera de la Madre del Divino Pastor, de 66 años (nació en 1870 en Cerezales del Condado, León), fue asesinada en el barrio de Hortaleza de Madrid el 13 de agosto de 1936 como si de un linchamiento en el oeste americano se tratara, y beatificada en 2013. El 1 de febrero de 1896 sor Gertrudis vistió el hábito en la Congregación de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. En 1896 emitió sus únicos votos como religiosa donada. Reservada y fidelísima, se le encomendó la gestión de asuntos delicados, confianza que jamás traicionará.

Al comienzo de la guerra se refugia con un grupo de hermanas en un piso de la calle del Almirante; la presencia de tantas religiosas provoca protestas del vecindario y la hermana Gertrudis busca otro refugio. Los milicianos van en busca de una hermana de la portera y allí es detenida la monja junto con un sacerdote, llevándolos a ambos en un coche hacia un lugar desconocido. La página 146 del libro publicado con documentos de la Causa General dice así: «Hna. Gertrudis Llamazares, religiosa de la Comunidad de Terciarias Franciscanas de la Divina Pastora, del convento de la calle de Santa Engracia [Madrid], número 132, (hoy 136) fue apresada en la portería número 7 de la calle Diego de León, donde estaba escondida, siendo conducida por los milicianos en unión de una señora y un sacerdote, ambos desconocidos, en un automóvil, hasta un pinar de la carretera de Hortaleza, en cuyo lugar, después de ser bárbaramente maltratados, fueron atados los tres al vehículo que, emprendiendo la marcha, los arrastró hasta el pueblo de Hortaleza [Madrid], al que llegaron ya muertos y completamente destrozados, siendo pisoteados y profanados los cadáveres por el vecindario rojo».

En el folio 84, vuelto, número 13 del archivo del cementerio de Hortaleza consta: «A las 17 horas del día 14 de agosto de 1936, siendo Juez D. Miguel Morales Cano, apareció en el km. 7 y 8 de la carretera de dicha Villa, y a la derecha, un cadáver de unos 65 años de edad, calva en la parte superior de la cabeza, pelo rubio, toquilla negra, saya y refajo, pañuelo negro a la cabeza, zapatos y medias negros. Llevaba una faltriquera de rayas blancas y negras y dos monederos que contenían: un rosario y dos cédulas a nombre de Dorotea Llamazares Fernández, natural de Cerezales, (León), nacida el 6 de febrero del año 1870, habitante en Santa Engracia, 110, colegio, expedida en Madrid el 21-11-1935. El otro monedero contenía diferentes monedas, importando 42 pts. con 85 céntimos. En una cartera rota, vacía, había un cuaderno con apuntes religiosos, varios papeles con apuntes de compras, otra cédula a nombre de Flora Gago Curieses, de Castrillo de Campo (Palencia), nacida el 16 de agosto, estudiante, habitante en Baltasar Bachero, 3; además un recibo que decía: «Tengo en mi poder 135 pts. de la Hna. Gertrudis Llamazares (Juan B. Pardo, 27-3-1936), un rosario, dos cristos, un reloj, una cadena de bolsillo, varias medallas, dos navajas, un alfiletero, un dedal, un tubo con alfileres, un lápiz, una piedra y una goma de borrar». Falleció, probablemente, el 13 de agosto sobre las 13 horas, teniendo destrozo de la región cerebral».

Declaración del secretario del juzgado de Hortaleza.
Declaración del secretario del juzgado de Hortaleza.

Investigaciones posteriores llevan a la conclusión de que sus restos mortales reposan con otros muchos en una fosa común en el cementerio de las monjas de la Sagrada Familia de Hortaleza. Hortaleza: 12 cadáveres de 300, en Paracuellos A este respecto, puedo añadir que el expediente 15 del legajo 1536 de la Causa General (Expediente sobre exhumaciones en el término municipal de Hortaleza, 17 folios) da cuenta de que durante el periodo revolucionario fueron asesinadas allí 300 personas, aunque solo se tomó registro de unos 80 cadáveres, y después de la guerra por iniciativa de una mujer que tenía copia de los datos sobre dónde estaba enterrado su sobrino, fue excavada la fosa donde fueron enterradas las personas que aparecieron asesinadas en el cementerio de Hortaleza el 18 de noviembre de 1936: 12 cadáveres que fueron exhumados y trasladados al Cementerio de Paracuellos de Jarama.

Los otros cinco mártires Silvano (María) Villanueva González, de 20 años y nacido en 1916 en Huérmeces (Burgos), es uno de los carmelitas calzados asesinados en Carabanchel el 18 de agosto de 1936, sobre los que escribí el 2 de febrero.

Josep Maria Tarín Curto, sacerdote operario diocesano de 44 años, nacido en 1892 en Santa Bárbara (Tarragona), fue asesinado el 29 de agosto de 1936 en Tortosa (Tarragona) y beatificado en la capital de esa misma provincia en 2013.

Antonio Roig Alibau (hermano Antolín), marista de 45 años nacido en 1891 en Igualada (Barcelona), fue asesinado en 8 de octubre de 1936 en el cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona), con el grupo de maristas cuyo rescate se gastó en armas el honorable Josep Tarradellas.

María Purificación (del Corazón de Jesús) Gómez Vives, hermana de la Doctrina Cristiana en el colegio de Molins de Rei (Barcelona), de 55 años, nacida en Valencia en 1881, fue asesinada en el Picadero de Paterna (Valencia) el 20 de noviembre de 1936 y beatificada en 1995, como ya conté en su aniversario.

Josefa Laborra Goyeneche, de 72 años, nacida en 1864 en Sangüesa (Navarra), era hija de la Caridad en el hospicio de Cuenca, fue asesinada en el Picadero de Paterna el 9 de diciembre de 1936 y beatificada en 2013, como conté el día de su aniversario.

Puede suscribirse a esta lista de correo si quiere recibir en su e-mail la historia del mártir de cada día.

Puede leer la historia de los mártires en Holocausto católico (Amazon y Casa del Libro).

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.