Una historia sucedida en Estados Unidos ha conmocionado al mundo. Se trata de la bebé nacida más prematuramente del mundo que se haya documentado. Se llama Saybe y nació en el mes de diciembre de 2018 con a penas 23 semanas de gestación en el vientre de su madre.
Saybe vió la luz en el Sharp Mary Birch Hospital para Mujeres y Recién Nacidos de California. Un centro altamente capacitado para estos casos. Estuvo hasta cinco meses en cuidados intensivos y ahora está fuera de peligro, con su mamá.
El hospital ha publicado ahora un video de su caso. Su madre durante el embarazo sufrió preeclampsia. «Me sentí mal pero pensé que eran molestias típicas del embarazo. Hasta que me diagnosticaron preeclampsia y mi tensión superó los 200. Los médicos me dijeron que tenían que sacar al bebé inmediatamente», afirma la madre, cuyo nombre no ha trascendido.
Pensaban que moriría en horas
Saybe nació por una cesárea de urgencia y daban por perdido al bebé: dijeron a los padres que la tendrían con vida horas, luego días, luego semanas… y la bebé al final fue viable y superó las dificultades.
Los grandes prematuros se consideran a los nacidos antes de la semana 26 y con menos de 1,5 kilos de peso, por lo que la supervivencia por debajo de estas cifras es prácticamente excepcional. Saybe ha batido todo los récords hasta la fecha. «Es un milagro, sin duda», comentan los sanitarios que la han tratado estos meses. «Era increíble, tenía la mitad del tamaño de un bebé normal de 23 semanas y apenas podías verla en su cuna» —midió 23 centímetros—.
Ahora, con 2,26 kilogramos de peso y 40 centímetros de talla, goza de buena salud y ha recibido el alta del hospital para poder empezar a vivir en su casa junto a sus padres.
Este caso no deja de recordarnos el altísimo número de bebés que son abortados con estos meses de gestación e incluso más, que pueden llegar a ser viables, pero que las leyes permiten que sean abortados.
