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Carta abierta al Cardenal Prefecto Robert Sarah

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Son las 09:30 am de hoy martes de Pentecostés día 2 de junio de 2020. A las 08:15 estaba en la cola de acceso (en la calle) a la oficina de Correos de 08191 Rubí. ¡Con una Carta para enviar certificada urgente con aviso de recibo! La funcionaria, muy competente y amable, me ha manifestado que no es posible un envío postal certificado a 00120 Città del Vaticano. A Italia sí, pero al Vaticano no. ¡Gravemente alucinante! No manifiesto nada del otro mundo. Forum Libertas se lee en muchos lugares. Así pues, me parece oportuno reproducir mi carta en abierto sin rectificar nada. Con la esperanza que el Cardenal Sarah me lea. Sus tres libros publicados y que he leído detenidamente me impulsan a ello. Lean Vds. mi carta. Pues lo que manifiesto en ella es mi actitud cristiana de presente dentro y fuera del templo. Es la actitud por excelencia. Iré al templo cuando sea factible. ¡Antes no! Este escrito es rápido. Me basta con copiar y pegar mi carta.

 

<<Cardenal Prefecto Robert Sarah

Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti

Piazza Pio XII, Nº 10

00120 Città del Vaticano

31 de mayo de 2020, Solemnidad de Pentecostés

Eminentísimo y Reverendísimo Sr. Cardenal Prefecto Mons. Sarah:

Expongo lo siguiente en letras mayúsculas. NO ADMITO LA IMPOSICIÓN ARBITRARIA GENERALIZADA DE COMULGAR EN LA MANO EN CUALQUIER TEMPLO. La práctica de la comunión en la mano requiere, para que sea litúrgicamente admisible, que se trate de un grupo de fieles reducido y que se observe la norma de extender la palma de la mano izquierda con la de la derecha debajo. El ministro ordinario (sacerdote) o extraordinario (diácono, laico, laica) de la administración de la Sagrada Comunión deposita el Cuerpo de Cristo en la palma de la mano. El fiel comulgante coge con sus dedos pulgar e índice derechos y sume la Sagrada Hostia delante del ministro. A continuación, procede a la purificación con agua de sus dedos y sus manos exactamente al lado del ministro. Es una norma litúrgica nunca observada. En la práctica el fiel comulgante abre su mano y el ministro deposita en ella el Cuerpo de Cristo.

Es la norma no observada establecida para esta excepción litúrgica, desde que su Santidad Pablo VI aprobó este modo de comulgar una vez concluido el Concilio Vaticano II. Norma que en todos los territorios diocesanos españoles ha sido conculcada desde el primer día. Para auspiciar este despropósito el Episcopado Español no objetó nada en su día a la supresión de los reclinatorios para la comunión de rodillas y en la boca. Desde hace muchos años quienes comulgamos en la boca nos hemos de contentar con una leve reverencia inmediata anterior a nuestra comunión de pie. La práctica de la comunión en la mano está tan extendida que ni siquiera muchos ministros ordinarios saben administrarla en la lengua. La Sagrada Hostia se sume delante del ministro y no se mastica. Para que esto sea factible la boca del comulgante debe estar a un nivel inferior a los dedos derechos pulgar e índice de los ministros ordinarios y extraordinarios.

La pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto la subordinación de obispos y sacerdotes a un proceder que no es de recibo en ningún templo en ninguna parte. El fiel comulgante se aproxima al presbiterio. Cuando está ante Nuestro Señor Jesucristo el ministro exclama en voz alta con la lengua vernácula del lugar: Corpus Christi. El fiel responde: Amen. En aquellos casos contemplados de Comunión Eucarística bajo las dos especies, el ministro sume (moja) dentro del Cáliz la Sagrada Hostia y expresa: Corpus et Sanguinis Christi. El fiel responde: Amen. En estos casos de Comunión bajo las dos especies, solo puede administrarla el sacerdote. Es él quien procede a la intición de la Sagrada Hostia dentro del Cáliz con la Sagrada Sangre. No cabe por tanto la comunión en la mano bajo las dos especies.

La pandemia Covid-19 ha originado númerus clausus de fieles que acceden al templo y la obligación de permanecer durante todo el Santo Sacrificio de la Misa con la mascarilla colocada. El ministro ordinario y el extraordinario administran la Sagrada Comunión en silencio sin expresar Corpus Christi. El fiel comulgante no expresa Amen. Pues bien, los fieles que somos católicos queremos entrar en el templo con la mascarilla en el bolsillo. Comulgamos de pie como es preceptivo en la práctica habitual. Cantamos cuando es lo litúrgicamente procedente. Respondemos las moniciones y rezamos las partes fijas de la misa en voz alta. Dado que en nuestros templos no hay garantía de fidelidad litúrgica, dado también que hay controles de aforo en las entradas de numerus clausus de fieles, solicito la intervención de Su Eminencia Reverendísima.

La asistencia televisiva a misa es insuficiente. La Comunión espiritual sistemática no es de recibo. ¿Hasta cuándo durará esta situación?  La pandemia Covid-19, del mismo modo que no afecta a la interacción de la iglesia doméstica en familia, con mayor motivo no debiera afectar a la admisión de fieles en los templos para rezar, para confesarse y para asistir al Santo Sacrificio de la Misa. Debo expresarle que comulgué una vez en la mano. Era una ceremonia de Primera Comunión en un colegio de religiosas muy respetables. Delante de mi banco dos muchachos jóvenes se retaron a acercarse a comulgar. La irreverencia sacrílega estaba servida. Y así fue. El mayor de los dos “comulgó”. El otro no se atrevió y cerró el puño de su mano. Esperé su llegada al banco. Me acerqué a él. Le susurré que no me daba tiempo para acercarme a comulgar y que si podía comulgar de él. Entonces con bendita inocencia abrió la palma de su mano. Él se sintió aliviado. Fue una comunión muy bonita. Evité un sacrilegio.

Hoy Solemnidad de Pentecostés he asistido por televisión a la misa oficiada por Su Santidad el Papa. He podido cantar el Credo de la Misa De Angelis, el Pater Noster y el Regina Caeli. Las cámaras de televisión en todas las cadenas televisivas, las del Vaticano también, tienen una fijación en no retransmitir el modo de comulgar actual de los fieles en tiempos de pandemia Covid-19. ¡No importa! Yo no pienso comulgar en la mano en ninguna parte, a menos que se suprima el acto de comulgar en la boca en la Sagrada Liturgia. Sigo comulgando espiritualmente. Asisto a misas diarias televisadas.

Muy cordialmente,

Francisco Martínez Porcell

Madrid, 19, 3º

08191 Rubí

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6 Comentarios. Dejar nuevo

  • Francesc Martinez Porcell
    2 junio, 2020 10:41

    En el pie de la foto ilustrativa se indica que es el Jueves de Corpus Christi en Toledo el año 2016.

    Responder
  • Aunque se cumpliera la purificación de las manos en agua, ¿qué hacer con el agua en la que hay partículas de Hostias? Definitivamente la Comunión en la mano es un acto grosero con un Ser más que respetable: Sagrado. La comunión en la mano es peor que saludar al rey Felipe con una palmadita en el brazo. Que es indiferente, porque la boca es tan sucia como la mano. ¿Y por qué hacer pasar a Jesús por dos sitios sucios en vez de uno? 2 de cada 3 comulgantes en la mano no creen en la Presencia Real Eucarística. Quien lo dude haga una encuesta a la salida de la Misa. Los de mi grupo de oración la hemos hecho varias veces. Con dicho resultado.

    Responder
  • Francesc Martinez Porcell
    2 junio, 2020 17:32

    Has dado en el clavo Ene! Está en juego la manifestación de la propia creencia en Jesucristo, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía

    Responder
  • Francesc Martinez Porcell
    4 junio, 2020 10:35

    Hasta el día de ayer asistía a misa diaria en televisión en abierto por el Canal 33 tvSC (Televisión de Sant Cugat del Vallés). El dial 33 ha sido ocupado por el canal de deportes Teledeporte. Se capta un poco el sonido por el canal 31. En mi caso capto todo lo televisivo muy bien por el cable de fibra óptica. Hoy por primera vez he asistido a la misma misa de las 09 am pero por el canal YouTube desde mi ordenador portátil. Es un ejemplo de las birguerías que deben hacerse para asistir a misa. Yo con bozal y aforo limitado controlado de templo me niego a ello en cualquier templo.

    Responder
  • Francesc Martinez Porcell
    4 junio, 2020 16:21

    Tomen nota de este vínculo: https://santperedoctavia.org/ Las misas diarias de los laborables son a las 09:00 am. Cabe asistir a ellas en diferido. Yo prefiero en directo. En este caso es liturgia en lengua catalana. Seguro que hay más iniciativas YouTube. Cabe la asistencia a misa a las 11 am por el Canal televisivo Trece.

    Responder
  • El ministro ordinario (sacerdote) o extraordinario (diácono, laico, laica) de la administración de la Sagrada Comunión: El Diacono No es un ministro extraordinario, Es un Ministro Ordinario, igual que el presbítero, Es Ordenado, recibe al igual que el presbítero las ordenes sagradas igual que el presbítero y recibe el Sacramento del Orden para el servicio, LG No29 . No se puede comparar con un laico que es instituido como ministro extraordinario

    Responder

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