Lo que nos distingue de los animales no es el uso de la tecnología, ni el lenguaje. Lo que realmente nos diferencia es que cuidamos de los ancianos y los enfermos. Aunque me encantan los animales, eso no significa que no sea consciente de que, cuando un animal está viejo o débil, lo habitual es que lo echen de la manada, si es que no lo matan y se lo comen. No es maldad. Es puro instinto de supervivencia. Ya entre los hombres prehistóricos se han encontrado pruebas de que cuidaban a los lisiados.
Por eso, no existe nada más inhumano que las leyes que ha traído a España la izquierda en las últimas décadas.
El aborto, que permite matar a tus hijos en el vientre y la eutanasia, para librarse de los débiles. No hay ninguna duda de que un feto humano acabará convirtiéndose en un niño con sólo que se le permita crecer y desarrollarse. Ese milagro cotidiano permite que incluso las mujeres más pobres, menudas y débiles de planeta puedan concebir y criar niños perfectamente sanos.
Por otro lado, cuidar de nuestros padres cuando envejecen o de otras personas dependientes es duro, pero es una parte esencial de la vida, sabiendo que mañana seremos nosotros los que necesitaremos esa ayuda. Por eso el aborto y la eutanasia nos deshumanizan, nos quitan lo único que es importante y verdadero en nuestras vidas. Los bienes materiales, el éxito en nuestra labor, son efímeros. Lo único que permanece es el recuerdo que hayamos podido dejar en nuestros ascendentes y descendientes.
Además, proteger a los niños y los débiles, aparte de estar en el ADN de toda persona, es esencial para mantener una sociedad saludable, fundamentada sobre las familias. Donde la relación entre las distintas generaciones asegure el desarrollo correcto de los jóvenes. Donde se promueva el reemplazo generacional y nadie resulte excluido. Una sociedad en fin basada en el orden natural como nos ha enseñado la historia y como promueve el cristianismo desde hace más de dos milenios
Proteger a los niños y los débiles, aparte de estar en el ADN de toda persona, es esencial para mantener una sociedad saludable, fundamentada sobre las familias Share on X