Un diplomático de la Santa Sede expresĂł preocupaciĂłn en las Naciones Unidas en Ginebra esta semana por el uso del tĂ©rmino «identidad de gĂ©nero» dentro de las categorĂas de protecciĂłn de refugiados de la ONU.
«Las categorĂas ‘orientaciones sexuales’ e ‘identidad de gĂ©nero’, utilizadas en el texto, no encuentran una definiciĂłn clara y acordada en el derecho internacional y corren el riesgo de la introducciĂłn de nuevas formas de categorĂas discriminatorias dentro de la comunidad humanitaria internacional«, dijo el arzobispo Ivan JurkoviÄŤ en el ComitĂ© Ejecutivo del Alto Comisionado para los Refugiados el 7 de julio.
«La inclusión de estos términos no es necesaria para garantizar que cualquier persona que busque protección debido a la persecución, por cualquier motivo, reciba protección», dijo.
JurkoviÄŤ es observador permanente de la Santa Sede ante la ONU y otras organizaciones internacionales en Ginebra y afirmĂł al comitĂ© de refugiados de la ONU que la delegaciĂłn de la Santa Sede deseaba dejar constancia de su desacuerdo con una afirmaciĂłn dentro de la «Nota sobre ProtecciĂłn Internacional» del ACNUR que decĂa: «la ley de refugiados ahora reconoce que aquellos que enfrentan persecuciĂłn por motivos de edad, gĂ©nero y la orientaciĂłn sexual o la identidad de gĂ©nero pueden ser refugiados «.
La Santa Sede ha planteado reiteradamente esta preocupación durante más de una década con respecto al uso de los términos «orientación sexual» e «identidad de género» en las declaraciones de la ONU, argumentando que no tienen una «definición clara y acordada en el derecho internacional».
En 2008, la delegaciĂłn de la Santa Sede en la Asamblea General de la ONU declarĂł que la DeclaraciĂłn de la ONU sobre Derechos Humanos, OrientaciĂłn Sexual e Identidad de GĂ©nero proporcionaba «una legĂtima condena y protecciĂłn contra todas las formas de violencia contra las personas homosexuales», y agregĂł que «el documento , cuando se considera en su totalidad, va más allá de este objetivo y, en cambio, genera incertidumbre en la ley y desafĂa las normas de derechos humanos existentes «.
Dignidad de los refugiados «independientemente de su estado»
JurkoviÄŤ subrayĂł en sus comentarios que «las distinciones tradicionales entre las categorĂas de personas en movimiento se desdibujan cada vez más» y que «la preocupaciĂłn principal y legĂtima deberĂa ser proteger y promover los derechos fundamentales y la dignidad humana de los desplazados por la fuerza, independientemente de su estado».
“Sin embargo, para garantizar la relevancia y la eficacia de las intervenciones relacionadas con la protecciĂłn, la asistencia y las soluciones duraderas, es fundamental que el ACNUR mantenga un enfoque holĂstico e integrado para sus actividades. Esta es la Ăşnica manera de garantizar que todos los que necesitan protecciĂłn la reciban y evitar el riesgo de estigmatizar a individuos o poblaciones particulares, ya sean de comunidades mayoritarias o minoritarias ”, dijo.
El observador permanente de la Santa Sede también expresó su preocupación porque la pandemia de coronavirus ha desafiado las normas en la ley de refugiados, particularmente «el derecho a solicitar asilo y el principio cardinal de no devolución».
“Los refugiados y las personas desplazadas no son simplemente objetos de asistencia. Son sujetos de derechos y deberes como todos los seres humanos”, dijo Jurkovič.
El delegado del Vaticano dijo que las fronteras seguras y el bienestar de los refugiados y solicitantes de asilo no deben considerarse mutuamente excluyentes, sino mutuamente beneficiosos.