Edificios religiosos que recuperan su uso: el caso del seminario de Fuensanta y los ‘kikos’

Uno de los temas recurrentes en los entornos católicos europeos es la falta de vocaciones religiosas derivadas de la profunda secularización el continente. Ello está provocando que edificios religiosos estén siendo relegados a un uso no relacionado con el original para el que fueron creados.

Sin embargo, hay excepciones que cabe subrayar. Uno de los carismas que en la actualidad están levantando más vocaciones sacerdotales es el Camino Neocatecumenal y recientemente ha sido noticia por una buena noticia.

Según informa el diario La Verdad de Murcia, la antigua Casa de Espiritualidad Nuestra Señora de la Fuensanta, el imponente edificio que corona uno de los cerros en el entorno del santuario de la Patrona de Murcia, en El Valle, volverá a recuperar su uso como centro de formación religioso, según los planes que se barajan en la Diócesis de Cartagena.

El seminario misionero, internacional y diocesano Redemptoris Mater, ligado al Camino Neocatecumenal –popularmente conocido como los ‘kikos’–, tiene previsto trasladar sus instalaciones a ese inmueble, ahora abandonado, desde la sede provisional que ocupa en San José de la Vega.

En la Diócesis confirman al diario murciano que el edificio, propiedad del Cabildo de la Catedral, ya se cedió, a petición del obispo Lorca Planes, para que fuera acondicionado con este fin. A través de una portavoz del Obispado, los responsables del seminario Redemptoris Mater solo han confirmado que las obras de la primera fase ya están en marcha, sin concretar más detalles de la actuación.

De mantenerse los planes, el proyecto permitirá darle uso a un inmueble que lleva tres décadas sumido en el olvido y que, en ocasiones, ha servido como refugio de okupas. También supondrá el carpetazo a una idea lanzada por el alcalde José Antonio Serrano sobre las posibilidades que ofrecía el conjunto, en plena sierra, para acoger un establecimiento turístico de primer nivel.

Hace una década, el edificio, levantado en los años 50 del siglo XX como seminario de verano de la Orden de los Benedictinos, ya recibió unas obras de restauración que afectaron principalmente a las cubiertas. Estos días apenas son visibles indicios de que los albañiles hayan vuelto, salvo un contenedor de obra colocado en la puerta principal.

En mayo de 2018 y a petición de la Asociación para la Conservación de la Huerta (Huermur), la Casa de Espiritualidad quedó dentro del entorno de protección del santuario de la Fuensanta, junto a otros elementos del mismo enclave como el monasterio de las benedictinas, la casa del Cabildo, la cueva de la Cómica, la Fuente Santa y el convento de las carmelitas descalzas. Así que cualquier obra en el edificio deberá contar con el visto bueno del servicio regional de Patrimonio Histórico, como recuerdan desde dicho colectivo. Los técnicos de ese departamento ya han advertido de que la restauración no podrá alterar el aspecto exterior, manteniéndose la actual distribución de huecos de las fachadas.