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El Vaticano aprueba el culto mariano en el Monte Zvir en Eslovaquia sin confirmar las apariciones

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El Vaticano ha dado un importante paso pastoral al conceder el nihil obstat a la devoción mariana en el Monte Zvir, en el noroeste de Eslovaquia, permitiendo el culto público vinculado a las presuntas apariciones de la Virgen María ocurridas entre 1990 y 1995.

Aunque no reconoce la autenticidad sobrenatural de dichas apariciones, la Santa Sede sí valida los frutos espirituales derivados de este fenómeno, invitando a los fieles a acercarse “sin riesgo” a esta propuesta espiritual.

La decisión ha sido comunicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe mediante una carta firmada por su prefecto, el cardenal Víctor Manuel Fernández. El texto subraya que los mensajes vinculados a las supuestas apariciones contienen “preciosas invitaciones a la conversión”, así como una profunda llamada a la libertad interior en Cristo.

Lugar de peregrinación vivo

Desde que dos niñas aseguraran haber visto a la Virgen María en el Monte Zvir durante los primeros años de la década de 1990, el lugar se ha convertido en un destino de peregrinación cada vez más frecuentado. A pesar de que las presuntas apariciones cesaron hace 30 años, el flujo de peregrinos no ha disminuido.

Monseñor Jonáš Maxim, arzobispo de Prešov para los católicos de rito bizantino, fue quien solicitó formalmente el nihil obstat, convencido por los frutos espirituales visibles en la comunidad: confesiones profundas, conversiones sinceras y una renovación de la vida cristiana. “Los peregrinos siguen viniendo. Las confesiones sinceras y profundas son innumerables, y no faltan las conversiones”, expresó el prelado.

¿Qué implica el nihil obstat?

El nihil obstat emitido por el Vaticano no constituye un reconocimiento de la autenticidad sobrenatural de las apariciones.

Sin embargo, permite que la devoción mariana se desarrolle de forma pública y segura, con el respaldo de la autoridad eclesiástica. Según las nuevas normas publicadas por el Dicasterio en 2024, este tipo de acompañamiento pastoral no concluye el discernimiento, sino que lo inaugura, permitiendo que la Iglesia continúe observando el fenómeno a lo largo del tiempo.

Esto garantiza que los fieles puedan acudir al Monte Zvir sin temor a caer en desviaciones doctrinales o errores de fe, al mismo tiempo que se salvaguarda la libertad de espíritu y la orientación eclesial.

Conversión y a la sencillez 

Uno de los elementos destacados por el Vaticano es la calidad espiritual de muchos de los mensajes atribuidos a la Virgen María. Entre ellos, destacan exhortaciones a dejarse liberar por Cristo:

Dejad que Jesús os libere. Dejad que Jesús os haga libres. (…) El alma libre es el alma de un niño”.

También se promueve un estilo de vida sencillo y evangélico:

Comenzad a vivir de manera sencilla, a pensar de manera sencilla y a actuar de manera sencilla. Buscad el silencio para que el Espíritu de Cristo pueda volver a nacer dentro de vosotros”.

El Dicasterio subraya que esta simplicidad “no es superficialidad”, sino una puerta hacia las profundidades del amor divino, la paz y la alegría que brotan de un corazón reconciliado con Dios.

Ambigüedades y discernimiento continuo

A pesar de estos frutos positivos, el Vaticano advierte sobre la existencia de algunas ambigüedades en ciertos mensajes.

Por ejemplo, expresiones que sugieren que una persona no pueda ser perdonada, o que todas las enfermedades tengan como causa el pecado, han sido claramente rechazadas por la autoridad doctrinal, considerándolas “no aptas para su publicación”.

La clave para entender estos elementos problemáticos está en la naturaleza de la experiencia mística relatada por las videntes.

Según una evaluación de 2011, la comunicación con la Virgen se producía “de forma interna” y no mediante lenguaje verbal.

Ivetka, una de las niñas, explicó que no usaban palabras ni un idioma determinado, lo que implica que los mensajes recibidos son una interpretación subjetiva de la experiencia vivida.

Por esta razón, el Dicasterio ha encargado a monseñor Maxim la publicación de una selección cuidada de los mensajes, excluyendo los que puedan causar confusión o perturbar la fe de los fieles más sencillos.

Un camino abierto a la gracia

Con este paso, la Iglesia Católica no valida automáticamente las apariciones del Monte Zvir, pero sí abre las puertas a una experiencia de fe que ha transformado muchas vidas. El acompañamiento pastoral propuesto quiere garantizar que esta devoción mariana siga siendo fuente de gracia, conversión y renovación interior, siempre en plena comunión con la enseñanza del Evangelio y el magisterio de la Iglesia.

El Monte Zvir se convierte así en un ejemplo concreto de cómo la prudencia eclesial puede caminar junto al fervor popular, discerniendo los signos de los tiempos con sabiduría, sin apagar el Espíritu.

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