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Una joya mariana en España: Las apariciones a Sor Lucía de Fátima en Pontevedra

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Cuando se habla de las apariciones de la Virgen de Fátima, automáticamente pensamos en los campos portugueses donde tres pastorcitos vieron a la Madre de Dios en 1917.

Sin embargo, pocos conocen que uno de los episodios más profundos y silenciosos de ese mensaje mariano tuvo lugar en España, en la ciudad de Pontevedra.

Allí, la vidente de Fátima, Sor Lucía, recibió nuevas apariciones que profundizaron y prolongaron la misión que la Virgen le encomendó.

De Fátima a Pontevedra

Tras los acontecimientos de Fátima, Lucía ingresó en la Congregación de las Hermanas Doroteas y fue destinada al convento de Pontevedra.

Fue en esa casa religiosa donde, el 10 de diciembre de 1925, tuvo una nueva e impactante visión: la Santísima Virgen y el Niño Jesús se le aparecieron en su habitación.

Durante esa aparición, la Virgen le pidió que extendiera la devoción de los cinco primeros sábados de mes en reparación al Inmaculado Corazón de María.

Esta devoción consiste en confesarse, comulgar, rezar el rosario y meditar quince minutos sobre sus misterios, todo ello durante cinco primeros sábados consecutivos.

La promesa fue extraordinaria: la Virgen aseguró que asistiría con todas las gracias necesarias para la salvación de su alma, en la hora de su muerte, a quienes cumplieran esta práctica.

El Niño Jesús 

Un episodio especialmente conmovedor ocurrió el 15 de febrero de 1926, cuando Sor Lucía volvió a encontrarse con un niño que ya había visto en los alrededores del convento.

Al preguntarle si había rezado como ella le había enseñado, el niño respondió con una pregunta que la marcó: “¿Y tú has propagado por el mundo aquello que la Madre del Cielo te pedía?”. Fue entonces cuando reconoció que se trataba del mismo Niño Jesús.

Jesús le pidió que insistiera en difundir esta devoción, lamentando que muchas personas la comenzaban, pero pocas la terminaban.

Poco después, el Señor le explicó que esta devoción de cinco sábados tenía su razón de ser: buscaba reparar cinco ofensas contra el Inmaculado Corazón de María, entre ellas, las blasfemias contra su Inmaculada Concepción, su virginidad perpetua y su maternidad divina.

España: tierra elegida para completar el mensaje de Fátima

En 1929, ya en la ciudad de Tuy, Sor Lucía recibió otra visión de la Virgen, en la que esta le mostró su Inmaculado Corazón entre las manos, recordando nuevamente la necesidad de repararlo.

Con el paso de los años, Sor Lucía regresó a Portugal y se hizo carmelita descalza en el Carmelo de Santa Teresa de Coimbra, donde falleció en 2005 a los 97 años.

El Santuario de las apariciones en Pontevedra

Hoy, el convento donde ocurrieron estas revelaciones se ha transformado en el Santuario del Inmaculado Corazón de María, conocido también como el Santuario de las Apariciones.

Ubicado en la calle Sor Lucía, en el corazón de Pontevedra, este lugar se ha convertido en un punto de peregrinación silencioso.

El Vaticano ha reconocido estas apariciones como parte del mensaje de Fátima, y una placa en el santuario recoge la bendición del Papa San Juan Pablo II, quien celebró el 75 aniversario de la aparición con estas palabras:

Fátima y Pontevedra se complementan perfectamente”.

Quizás sea hora de volver la mirada a este rincón gallego, donde se nos regaló a la Virgen y el Niño Jesús. Porque, como siempre, María no deja de llamarnos al encuentro con su Hijo, también desde España.

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