Hay musicales que entretienen. Otros que emocionan. Y luego está Original: El paso de Carlo, que además de todo eso, evangeliza.
Desde que se subió por primera vez el telón, el musical sobre la vida de Carlo Acutis ha logrado algo muy poco común: llegar al corazón de jóvenes y no tan jóvenes.
Este musical creado por la Pastoral Juvenil de Cuenca tiene un elenco de 140 personas entre actores, técnicos, músicos…impresionante.
En esta entrevista hablamos con Jorge Mora, el joven seminarista que interpreta a Carlo Acutis. Anécdotas, fe compartida y mucha alegría es lo que encontramos en esta entrevista.
Porque, como veremos, cuando se interpreta a un santo como Carlo Acutis, uno no puede evitar que se le pegue algo de cielo. Y el resultado es un musical tan “original” como su nombre: “Original: El paso de Carlo”.
Jorge, representar a un santo millennial no es algo muy común. ¿Cómo nació este musical? ¿Qué experimentas con mayor claridad al adentrarte en la historia de Carlo?
Pues es realmente emocionante la verdad porque este musical nace en Dios y esperemos que también termine en Dios.
La idea de un musical comienza en el oratorio del seminario.
Don José Antonio, el rector, estaba rezando una novena al beato Carlo Acutis. Yo me encontraba dos bancos más adelante rezando también. El cuenta que vio la imagen del beato, me vio a mí dos bancos más adelante y por inspiración del Señor le vino la idea de hacer un musical.
Él no lo había pensado, ya se había adentrado en otros musicales de Juan Pablo II y de San Julián anteriormente pero nunca, no lo había pensado.
Entonces cuando fui a salir del oratorio me dijo oye Jorge, si te atreves hacemos un musical de Carlo Acutis y tú lo vas a protagonizar.
Yo no había hecho teatro nunca, no soy profesional.. Claro que para la gloria de Dios lo que sea ¿no? Así empezó el musical.
La verdad es que adentrándome en la historia del beato Carlo lo que se experimenta es el amor. Es muy bonito. Carlo falleció en el 2006, veo con claridad como el amor es lo único que permanece siempre.
El beato Carlos Acutis se fue, ya no está aquí para dar limosnas, no está aquí para hablar a los demás de castidad, no está aquí para… pero sin embargo si está su recuerdo. Sí que está el amor que parece que late entre nosotros y que late por la Eucaristía, late por los jóvenes, late por los pobres, late por el Señor.
Al adentrarse en la vida de Carlo se experimenta amor. Porque el amor es lo único que permanece siempre.
Jorge, tú que eres el actor que representa a Carlo ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando te pones en la piel de Carlo? ¿Hay alguna escena que te remueva personalmente o haya cambiado tu forma de vivir la fe?
Bueno, pues la verdad es que para mí interpretar a Carlo Acutis es un gran reto. Porque nosotros, los cristianos, tenemos como mayor reto imitar a Jesucristo, hacernos uno con Jesucristo.
Para ello la iglesia nos ayuda con los santos como modelos, digamos, modelos más de a pie. La figura de Carlo Acutis aterriza esto un montón. Porque es contemporáneo, es cercano, es el santo de la puerta del lado para muchos jóvenes.
Yo como joven me veo reflejado en Carlo en muchas ocasiones.
Porque él iría con compañeros parecidos a los que yo voy a clase, estaba en un mundo como el mío: de redes sociales, de internet, de móviles…
Por todo ello, vivir intentando imitar a este joven me impulsa a imitar a Jesucristo.
Al final eso es la santidad. Para ponerme en la piel de Carlo yo intento llevar a mi vida todos los valores que intentamos transmitir con el musical. No soy actor, lo intento llevar a mi vida personal.
Me pasan por la cabeza y por el corazón tantas situaciones del musical que se asemejan con mi vida y la vida de Carlo.
Por ejemplo: no puedo cantar en el musical “daré a conocer tu nombre” y luego no ser un apóstol. No puedo cantar que “para amar con el cuerpo, el alma va por delante” y luego no luchar por vivir bien la castidad. No puedo cantar que “la Eucaristía es mi autopista al cielo” y no ser realmente un apasionado por la Eucaristía.
En cada escena simplemente intento transmitir lo que en mi día a día me gustaría vivir. Porque estoy enamorado del Señor y no puedo mostrar otra cosa. El que está enamorado no piensa, no mide, el amor no se concibe sin la exageración.
Entonces yo pienso que enamorarme del Señor me ayuda, sin ser actor, a ponerme en el papel de Carlo. Porque Carlo era un enamorado de Cristo Eucaristía.
Hay varias escenas que me tocan especialmente, pero hay dos que están relacionadas entre sí: cuando Carlo está a punto de morir en el hospital y canta esa canción tan triste y confiada a la vez.
Dice: “ha escuchado ya mis quejas, mis proyectos y locuras porque un Dios de eternidad en el pan se me esclaviza”. Eso antes de su muerte. Porque la muerte de Carlos se asemeja con la muerte de Jesucristo.
Todos nuestros sufrimientos se unen a los sufrimientos de Cristo en la cruz.
Ese momento es espectacular, porque luego en la escena posterior, en la escena del cielo. Carlo se funde en una abrazo con Jesucristo. Es sublime que sea ese Dios de eternidad “quién en el pan se me esclaviza”.
Entonces esa escena me hace consciente de que todas las tristezas, todos los sufrimientos, todos los dolores de esta vida, todas las penas, todo el pecado, todo eso es relativo. Todo eso termina en la Eucaristía. Porque un Dios de eternidad, lo único que permanece siempre. Un Dios de eternidad que es amor “se me esclaviza” .
Me acepta con mi pecado, con mis dudas, con mis dolores, con mis heridas. Ahí es donde si yo acepto su perdón “se me esclaviza para siempre”. Mi felicidad que es Dios, mi amor eterno, “se me esclaviza para siempre”.
Dicen que quien canta, reza dos veces. ¿Cómo vivís, en comunidad, en el escenario esta función no sólo artística sino profundamente espiritual? ¿Cómo conseguís que no se quede en una performance y sea de verdad una experiencia de fe? ¿Hay algún momento durante las funciones en el que sentís que ya no estáis actuando?
Estoy profundamente agradecido del elenco de personas del musical, por cómo vivimos desde la escena la fe.
La verdad es que creo que todos somos muy conscientes de que esto no es algo nuestro para lucirnos ni para recibir aplausos o para salir en periódicos, sino todo lo contrario, es para la gloria de Dios.
Y desde el comienzo hay gestos muy concretos. Por ejemplo, una persona que antes de salir a la escena se santigua o ver como todo el elenco del musical comulga en la Eucaristía que tenemos antes de cada actuación.
Unos de los momentos más especiales se da cuando, 10 o 15 minutos antes de empezar la sesión, todos, actores, músicos, regidores…. Todos, nos juntamos para una canción de adoración ante el Santísimo y recibimos la bendición por parte del sacerdote con el Santísimo.
Todos juntos cantamos que el Señor nos descalce, que nos descalce de nuestros orgullos, de nuestras soberbias, de nuestras penas, de nuestros cansancios.
En ese momento se siente realmente el cielo. Porque te das cuenta de que ese escenario, dentro de 15 minutos, se va a convertir en un altar. En un altar donde tú te ofreces como instrumento para que Dios envíe sus gracias desde el cielo. Ese momento es precioso.
El Santísimo no se consume, sino que se reserva detrás del escenario durante toda la representación.
Es muy bonito ver cómo constantemente el Santísimo está acompañado, cómo todos los actores cada vez que pasan a su lado se arrodillan, cómo cada vez que tienen un momento libre lo aprovechan para rezar por los que lo están viendo el musical en ese momento, para adorar a Dios.
El musical es una constante adoración.
No creo que haya un momento en el que sientas que estás actuando porque creo que ninguno de nosotros piensa que está actuando, porque lo estamos viviendo. Estamos viviendo la Eucaristía y tenemos esa gracia.
Hay otro momento muy especial para mí, es cuando todo el elenco ya está prácticamente en el escenario, en la escena del entierro. Faltamos por salir a escena Jesús, más los cuatro ángeles y yo. Nosotros seis esperamos nuestro turno en el Sagrario, detrás del escenario.
Entonces yo me acuerdo que una vez les miré antes de salir a la escena, arrodillado ante el Sagrario, y les dije: ahora estamos viviendo el cielo que es la Eucaristía, un Dios de eternidad que en el pan se esclaviza.
¡Vamos a enseñarselo a todo el mundo! Para que todo el mundo se dé cuenta de que este pan también se esclaviza por ellos. Es realmente precioso.
Sabemos que Carlo decía que la Eucaristía era su autopista al Cielo… pero entre vosotros, ¿cuál es vuestra canción “autopista” del musical? Aquella canción que habéis hecho vida en vuestra realidad cotidiana y que os ha ayudado en vuestro día a día. Y por otro lado, ¿Cuál es la canción que más se os mete en la cabeza? Esa que tarareáis incluso al salir de la ducha, la más pegadiza.
Yo creo que nuestra canción autopista del musical es aquella que se canta en el entierro, donde cantamos todos. Porque hay una frase que yo creo que resume lo que es la iglesia.
Dice “para hacer de un mundo un cielo, siendo amigos, siendo hermanos”. Y eso es la iglesia, eso es la iglesia.
La iglesia es vivir el amor fraterno, unidos bajo la visión de un padre amorosísimo.
Entonces esa canción, especialmente esa frase, “hasta el cielo Carlo amigo”, pero “aquí estamos para hacer de un mundo un cielo, siendo amigos, siendo hermanos”.
Esa es la misión del cristiano y esa es la misión del musical y yo creo que esa podría ser nuestra canción top del musical.
Y la canción que más se nos mete en la cabeza, por lo menos a mí. No se a los demás actores, pero yo la tengo todo el día en la cabeza es la de “querer quererte”
Porque es la de los novios y es muy pegadiza, tiene un rollito muy pegadizo. Además, habla de la castidad. Somos todos jóvenes en esa escena.
La castidad es un valor muy importante y a veces muy escondido y muy difícil de encontrar en la sociedad de hoy.
Esta canción para mi es un grito que clama ante una juventud que no está perdida, está desorientada. Pero a la vez nos da el impulso y esperanza para ver que amar en la espera merece la pena, que amar es construir, que amar es entregarse, que amar no es poseer y que amar es fuego, es alegría, es paz. Yo creo que sí, que la tenemos ahí en cabeza todos todo el rato.
Ahora vamos al público, lleváis meses de gira por toda España. Son muchas las ciudades por las que ya habéis pasado ¿Qué reacciones del público os han dejado sin palabras? Algún testimonio que os haya emocionado, una frase de alguien al salir del teatro, o simplemente esa mirada de alguien que ha entendido algo más de su fe gracias a vosotros
Pues son muchas las reacciones del público que nos han dejado impresionados y realmente es emocionante ver cómo hay gente que sigue emocionado después. Al acabar el musical, cuando salimos para hablar con las personas del público, a mí se me acercan muchas personas para darme la enhorabuena, pero hay otras que siempre se me acercan para contarme cosas suyas privadas.
Hay muchas que te dicen que salen de este musical y que lo primero que van a hacer es ir a hacer una visita al Santísimo o que van a confesarse tras muchos años.
Ha habido personas que se te acercan llorando, que tú ves pues que Dios realmente le ha tocado el corazón, le ha sanado, le ha desatado algún nudo.
Recuerdo un matrimonio que se me acercó, un matrimonio adulto, tenían unos 60 años aproximadamente. Se me acercaron totalmente rotos, llorando tanto el hombre como la mujer.
Me dijeron: “enhorabuena por el musical, nuestra hija también murió con 15 años de leucemia y hace ya 20 años de esto. El musical nos ha hecho verlo con mucha paz…” Y se les escapaba una sonrisa. “Nosotros no podemos pedir más que se haga la voluntad de Dios, Gracias por recordarnos el lugar donde está nuestra hija, ahora. Si Dios quiere. Gracias por hacernos ver que ese abrazo también es para nuestra hija y gracias por hacernos recordar que la Virgen María está con nosotros, en este sábado santo. Por hacernos ver que Jesús también nos está esperando en el cielo, que nos está esperando en la Eucaristía. Gracias por hacernos recordar que el dolor no tiene la última palabra”
Ante las palabras, de estos padres, tú solo puedes darle las gracias a Dios por lo grande que es. Porque es el único que puede sanar los corazones, impresionante.
Sabemos que lo “santo” no está reñido con lo “gracioso” ¿Hay alguna anécdota divertida durante los ensayos o funciones que podáis compartir, alguna historia que os siga sacando carcajadas?
Pues sí, hay muchas anécdotas, muchas risas detrás de todo esto, como creo que se puede entender.
Recuerdo una, en la escena de la clase. Uno de los actores que actúan en la clase es hijo de la profesora. Y de hecho, la profesora es profesora en la vida real. Y le ha dado clase a su hijo en el colegio.
Un día se me ocurrió decir a este chico: «oye, Mateo, coge un avión de papel y en mitad de la escena de la clase lo tiras para ver la reacción de tu madre». Evidentemente no le pedimos permiso ni al director de escena, ni a nadie. Se lo dije para reírnos un poco y para darle también más dinamismo a la clase, una clase realmente es así (risas).
Mateo me hizo caso. Cogió el papel, lo tiró en mitad de la clase y resulta que le dio a la profesora. Entonces, yo lo vi intentando aguantar la risa, bueno, más bien sin aguantar de risa. Y en mitad de la escena, en plena actuación, improvisadamente, la profesora le echó la bronca saliéndose del guión. Pero cabreada de verdad, no estaba actuando. Le estaba echando la bronca de verdad.
Entonces, nos miramos pensando, madre mía, la que nos vamos a llevar hoy.
De hecho terminó la escena, salimos todos y la madre-profesora nos echó a todos la bronca. (risas) Nos siguió echando la bronca después de la escena.
Ahora ya es anécdota y se queda pues como unas risas.
De vez en cuando le amenazamos a la profe diciendo: «Gloria, que vamos a meter esto en la escena». Nos reímos mucho con ella, la verdad que es una magnífica persona y es una suerte tenerla entre nosotros.
En el fondo, esto no es solo un musical: es una misión. ¿Cómo os ha cambiado a vosotros participar en este proyecto? Después de vivir tan de cerca la historia de Carlo, ¿hay algo en vuestra vida que no volverá a ser igual?
Creo en efecto que los primeros transformados, los primeros agradecidos a Dios somos nosotros, los propios participantes de este musical.
Ha sido a nosotros a quienes primero Dios ha transformado y de hecho sigue transformando en cada musical.
Ojalá todo el mundo pudiese conocer el testimonio de los propios actores y del musical.
Muchas personas cuando se apuntaban al musical no llevaban una vida cristiana.
Veían que se apuntaba su amiga y decían: bueno pues voy a hacer yo también el casting porque me gusta bailar, por ejemplo.
Para el musical no se rechazó a nadie. Esas personas se sumaron pues porque a lo mejor pues le parecía guay cantar o un amigo suyo pues le convenció…
Esas personas han experimentado a Dios en su vida y se han dado cuenta de que también para ellos está Dios, para hacerles felices, para cumplir ese ser original que es cumplir el sueño de Dios en nuestra vida.
Ha cambiado todo. Ha cambiado todo porque a raíz de este musical, que ha sido una experiencia profunda de Dios, no podemos ser los mismos. Tú cuando te encuentras con Dios todo cambia. Todo cambia porque ya lo empiezas a ver con Sus ojos.
Esta mirada es la parte importante del musical. Ahí, en sus ojos, todo es mejor.
Todo pasa de ser finito a ser infinito. Pasa de ser pecado tristeza a ser gracia, alegría.
Entonces como dice una frase del musical “es la victoria de su amor infinito por nuestra finitud”, la victoria de lo infinito sobre lo finito como diría Carlo.
Nada puede ser lo mismo. Nos sentimos parte de algo tan grande como es el amor de Dios, tan grande como es la iglesia, que es el rostro de Dios en la tierra, nos sentimos parte de la historia de salvación.
Por último ¿Qué mensaje creéis que Carlo querría que quedara en el corazón del público después de cada función?
Creo que el mensaje que él querría que quedara en el corazón de cada una de las personas que nos ven es un mensaje de esperanza. Es un mensaje de decir que nada está perdido.
Dios tiene la última palabra, por mucho que tú te encuentres en una negrura, en una angustia, en una soledad, en un abismo….Nada, nada de eso, nada de eso es eterno.
Jesús es capaz de todo, Jesús es capaz de sacar de una muerte la resurrección. Es capaz de sacar de lo peor, lo mejor. Es capaz de superar cada uno de nuestros sueños, de salvarnos de cada una de nuestras peores pesadillas.
Creo que ese es el mensaje de Carlo, es un mensaje de esperanza, de amor y de fe.
Es un mensaje de decir “te amo” de parte de Dios. Y que Dios te diga te amo es lo mismo a que te diga: hijo mío, tú no vas a morir jamás y yo te voy a hacer feliz para siempre.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Estuvimos viéndolo hace dos semanas y ¡me pareció sencillamente impresionante, por parte de todos, todos actuaban con auténticos profesionales!
Ahora lo entiendo…Jesús Eucaristía estaba con ellos, detrás del telón y ellos al pasar se arrodillaban…claro esa es la explicación, actuaban para Él y con Él.
¡¡¡Gloria a Dios!!!
Así es con Él y para Él. Creo que todos los que hemos visto el musical hemos percibido su grandeza y sobrenaturalidad. Gracias por tu comentario
[…] Entrevista: Miriam Esteban para Forum Libertas. […]