Estados Unidos cierra el año con un récord histórico en empleo, generando 145.000 en el último mes del 2019. Esta cifra, menos de la esperada, ha conseguido mantener una tasa de paro del 3,5%. Los datos de octubre y noviembre fueron revisados a la baja al registrarse un total de 14.000 puestos de trabajo menos de lo publicado anteriormente. De esta forma, en los tres últimos meses del año, el país creó una media de 184.000 trabajos mensuales.
Esta situación de bonanza no es singular, puesto que EEUU acumula ya diez años consecutivos de creación de puestos de trabajo, lo que supone su mayor expansión laboral de la historia moderna. «En términos generales, el informe del mercado laboral de diciembre muestra que el mercado laboral permanece firme», señala Jay H. Bryson, economista de Wells Fargo Securities, quien considera que esto apoya la tesis de que la Reserva Federal mantendrá su política monetaria sin cambios en los próximos meses.
Los expertos lo atribuyen en buena medida a la evaporación de los beneficios por el recorte fiscal, a la guerra comercial desatada por la Casa Blanca, a la incertidumbre internacional y a la maduración interna del mercado laboral, donde resulta cada vez más complejo encontrar mano de obra.Otro elemento que define el futuro de la fuerza laboral reside en que este diciembre hubo más mujeres que hombres trabajando, algo que no sucedía en casi una década.
Aunque la tendencia es a la baja, la solidez del mercado laboral permite a Estados Unidos afrontar con optimismo el ejercicio económico de 2020. Las señales son alentadoras y anticipan un crecimiento del PIB cercano al 2%. La estabilidad laboral confirma la estrategia de la Reserva Federal (Fed) de mantener sin cambios los tipos de interés, después de tres recortes consecutivos en 2019. La inflación, además, permanece controlada ya que los salarios no están subiendo al mismo ritmo que en otros ciclos de fuerte generación de empleo.