El socialismo español moderno es especialista en comparaciones que siempre acaban en desastre, y no precisamente por la comparación, sino porque el socialismo no sabe crear riqueza; antes bien, históricamente, tiende a distribuir pobreza.
Y es que con Presidentes que aprenden economía en «2 tardes», cómo Zapatero o Sánchez, no es de extrañar que la España de la «Champion League» económica de Zapatero o el «cohete» de Sánchez acabe literalmente embargada antes de 2050.
Eso sí, como buenos vendedores de humo, saben bien que quienes están al otro lado de las pantallas, ni saben de economía ni les importa, y mientras la tarjeta de crédito siga permitiendo asistir a festivales o pasar unas vacaciones dignas, no se preocuparán verdaderamente de lo que pueda estar pasando.
Y lo que está pasando, en los últimos 50 años, es que nuestra economía no para de crecer, cierto, pero tampoco lo hace la deuda pública, deuda que en Marzo de 2024 ha experimentado un crecimiento de un 6,9% en tasa interanual hasta colocarse en 1.457. 751 millones de euros (un billón y medio de euros), algo que no es nuevo.
Esto significa que gracias a la gran labor de nuestros Gobernantes de los últimos años, cada ciudadano tiene sobre sus espaldas una deuda de algo más de 30.000 euros y pagaremos este año 40.000 millones de intereses de la Deuda Pública, frente a los 30.175 millones que pagamos en 2023.
Resumiendo, los intereses de la deuda crecen a un ritmo del 2,6% del PIB mientras que el propio PIB crece al 1,8 en el mejor de los casos en 2024 y 2,1% en el mejor de los casos en 2025… No hay que ser Doctor en Ciencias Económicas para discernir que si tus gastos crecen más que tús ingresos, tienes un problema, y grave.
Pero nuestro querido presidente, incombustible con su manual de resistencia bajo el brazo, mientras pierde oxígeno sin tan siquiera darse cuenta (o no querer hacerlo), nos anima a seguir montados en su cohete, con una estela de ruina económica llamada Socialismo que ya sabemos bien a dónde nos llevará: A la intervención por parte de las autoridades internacionales de la UE de nuestra Economía, como ya «logró» Zapatero, que ahora va dando lecciones por España de Democracia y Fraternidad.
Que Dios nos pille confesados y, sobre todo, que cuando llegue la intervención económica, las autoridades monetarias no les pillen a ustedes mucho dinero en el banco.
Daniel Fernández Venegas
