Una estatua satánica se exhibirá en la Universidad de Houston. La organización Provida, “Texas Right to Life”, la semana pasada hizo una petición solicitando a la Universidad que revoque sus planes de erigir la estatua, la cual representa el aborto. La petición surge con urgencia. Puesto que la estatua de casi 6 metros de altura, llamada “Testigo” (con trenzas en forma de cuernos de cabra y brazos como tentáculos), se exhibirá en la universidad, desde el 28 de febrero hasta el 31 de octubre.
La escultura “Testigo” ha sido condenada por la organización Provida como una estatua dorada de raíz satánica para honrar el aborto y conmemorar a la fallecida jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg. En un comunicado emitido el año pasado, Shahzia Sikander, la artista responsable de Testigo, detalló la fuente de inspiración que hay detrás de la escultura, cuando fue criticada por tratar de exhibir la escultura en la ciudad de Nueva York.
Aborto como un derecho de las mujeres
Afirmó que «el poder perdurable reside en las personas que entran y permanecen en la lucha por la igualdad», Sikander insistió en que «ese espíritu y tenacidad es lo que quiero capturar en la estatua». Reconoció que «su cuello de encaje judicial» en el centro de la estatua «es un guiño a Ruth Bader Ginsburg, como se ve en el detalle que adorna su collar», agregando que «con la muerte de Ginsburg y la reversión de Roe, hubo un retroceso en el progreso constitucional de las mujeres».
Además de la celebración del aborto y la alusión a Ginsburg, la asociación Provida, Texas Right to Life, denuncia el título de la exhibición multimedia, ‘Havah’, que significa ‘Eva’ tanto en árabe como en hebreo. La organización Provida también muestra rechazo a algunos comentarios hechos por Sikander en una entrevista con el New York Times, donde elogió a Eva como «la primera transgresora de la ley». Shahzia Sikander también dijo en la entrevista que tituló parte de su exposición «AHORA» porque la capacidad de las mujeres para abortar está en riesgo «ahora mismo».
Alabanza de la desobediencia a Dios
Según Texas Right to Life, «la desobediencia a Dios ciertamente no debería ser estimada por la sociedad, y mucho menos alabada con una estatua. Por el contrario, el arte debería reflejar verdad, bondad y belleza: tres valores atemporales que revelan la naturaleza de Dios. El arte no puede tener belleza sin verdad. El arte no puede tener verdad sin bondad».
Mientras tanto, la Universidad de Houston emitió un comunicado defendiendo su decisión de exhibir la estatua, afirmando: «Mostrar una obra temporal de un artista nunca pretende ser una celebración del artista o su obra, sino simplemente proporcionar una plataforma para la expresión artística que fomente la reflexión crítica y la exploración de temas importantes».
Por si fuera poco, la Directora ejecutiva y coordinadora principal de arte público de la Universidad de Houston, la Dra. María C. Gaztambide, dijo estar «orgullosa» de llevar adelante la exhibición:
«Con Havah… respirar, aire, vida, Shahzia demuestra cómo la justicia es conceptual y activamente vibrante a través de culturas y géneros. Y, sin embargo, si bien la necesidad de justicia es universal, a menudo se aplica ciegamente. Shahzia pone de relieve los desequilibrios de género y raza a través de esta obra excepcional. Estamos orgullosos de unir fuerzas con Madison Square Park para llevarlo a cabo, mientras amplificamos su alcance más allá de la ciudad de Nueva York».
La escultura“Testigo” ha sido condenada por la organización Provida como una estatua dorada de raíz satánica para honrar el aborto y conmemorar a la fallecida jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg Clic para tuitear
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El párrafo final: cuanta retórica vacua para ensalzar el crimen del aborto.
Esa estatua es lo más parecido a la parafernalia nazi que ha aparecido desde la caída del nazismo. Esa “testigo” de la muerte carece de brazos para abrazar. Solo tiene cuerdas para estrangular.
Dice la autora de este monstruo inhumano que «con la muerte de Ginsburg y la reversión de Roe, hubo un retroceso en el progreso constitucional de las mujeres». Miente, como miente el Padre de la Mentira. Con la reversión de Roe se revirtió el retroceso en contra de las mujeres que se produjo con dicha sentencia. Roe fue un acto injusto, en contra de la igualdad de todos los seres humanos, sea cual sea su condición.
La autora dice también que “la capacidad de las mujeres para abortar está en riesgo «ahora mismo». Miente otra vez. Las mujeres no tienen capacidad para abortar, sino para acoger y proteger la vida naciente. Abortar no es capacidad, es impotencia. Incapacidad para aceptar la presencia de alguien en el seno materno y reconocer su derecho a que se le respete la vida y se le cuide. Abortar no es un derecho de nadie, es un entuerto hacia alguien. Un acto de pura barbarie, que es lo que al fin y al cabo representa esa horrible estatua.
Soy provida convencido y ni me gusta el aborto ni me gusta la estatua, pero no se justifica el titular: una estatua no es satánica sólo porque no le guste a un grupo provida de Texas o porque haga homenaje a una jueza abortista. Es un titular de clickbait para lograr visitas, no para reflexionar. Si llamamos satánico a cualquier cosa que no nos gusta, podemos llamar satánicos a los partidos que aprueban malas leyes, al TikTok, el reguetón y la pizza con piña. Si todo es satánico nada es satánico. Seamos más serios con las noticias.
Estoy de acuerdo con José Ángel Antonio en que cualquier cosa y por cualquier razón no debería calificarse de satánica.
Sin embargo, la creadora de esta estatua reconoció que «su cuello de encaje judicial es un guiño a Ruth Bader Ginsburg, como se ve en el detalle que adorna su collar», agregando que «con la muerte de Ginsburg y la reversión de Roe, hubo un retroceso en el progreso constitucional de las mujeres».
A la lectura de lo cual no veo inconveniente en aplicarle a la estatua el calificativo de satánica, teniendo en cuenta una de las acepciones de esta palabra:
“Dicho especialmente de un defecto o de una cualidad: Extremadamente perverso.” (RAE)
Por lo demás, darle al mal la apariencia de bien envolviéndolo en belleza es algo satánico también en el sentido de “Propio y característico de Satanás” (RAE).
El presidente Truman hizo tirar 2 bombas atómicas que mataron cientos de miles de civiles japoneses desarmados, no combatientes, mujeres y niños… Eso es probablemente bastante satánico. Pero yo no diría que una foto del presidente Truman en su marco, o una estatua suya, sea una estatua satánica o una foto satánica.
Pues la jueza esta sería activista pro-aborto y estaría equivocada en sus erróneos valores, pero una estatua que la homenajea, sea una estatua fea o bonita, pues no es una estatua satánica, como no lo es la foto o estatua de un gobernante. Para que algo sea satánico ha de emplear una simbología muy concreta y tradicional, si no llamaremos satánico a cualquier cosa: ¡mi hijo se saltó las clases y se fue a fumar con sus amigotes, eso es satánico!
Pero es que la estatua no es una foto o efigie de la jueza Ginsburg, sin más. Su autora indica la simbología que contiene:
«el poder perdurable reside en las personas que entran y permanecen en la lucha por la igualdad, ese espíritu y tenacidad es lo que quiero capturar en la estatua».
Leído así, tal cual, parece la defensa y exaltación de un bien, pero solo lo parece, porque encierra la defensa y exaltación del aborto, que es un mal absoluto. La autora así lo pone de manifiesto al decir que «con la muerte de Ginsburg y la reversión de Roe, hubo un retroceso en el progreso constitucional de las mujeres».
Ahí está lo satánico, en esa voluntad destructiva camuflada de igualdad. Es la simbología global de la estatua lo que le hace satánica. No hacen falta signos exteriores concretos, aunque de hecho alguno hay, como las trenzas convertidas en cuernos de cabra o de macho cabrío, una de las representaciones tradicionales del Diablo. Pero lo satánico de la estatua no está en su aspecto externo, sino en lo que representa: el mal expuesto como un bien.
Esta estatua es hija del Padre de la Mentira, como se nombra también a Satanás.