En un giro de los acontecimientos, Carmen Alfonso, una madre de 79 años, ha presentado una denuncia en los juzgados de Santiago de Compostela, buscando frenar con carácter de urgencia el procedimiento de eutanasia que su hija, María Belén E. A., de 54 años, había solicitado.
A pesar de que la eutanasia estaba programada para llevarse a cabo este jueves, 2 de noviembre, a las 17 horas, Carmen argumenta firmemente que su hija no cumple con los requisitos que exige la ley.
María Belén, quien padece esclerosis múltiple, había solicitado la eutanasia con el aval del equipo médico del Hospital Clínico de Santiago de Compostela. Sin embargo, Carmen sostiene que su hija no sufre dolores insufribles y cuestiona la veracidad del informe médico que respalda la decisión. «No se le puede quitar la vida a una persona que está bien», insiste Carmen.
Lucha entre vida y suicidio
Esta emotiva lucha entre vida y suicidio, madre e hija, resalta la delicada naturaleza del debate sobre la eutanasia y el derecho a la vida. Mientras Carmen reconoce el supuesto derecho de su hija a decidir sobre su vida, insiste en que la situación no se ha manejado adecuadamente y pide tiempo y consideración.
Por otro lado, la Consellería de Sanidad de la Xunta defiende la decisión de María Belén y asegura que el procedimiento se lleva a cabo de acuerdo con la solicitud y el deseo de la paciente.
Este caso subraya la importancia de un profundo escrutinio, empatía y comprensión en los debates sobre la eutanasia y la pendiente resbaladiza a la que obliga la Ley de eutanasia.