Francia sorprendió al mundo católico con una noticia que llena de esperanza: más de 10.000 adultos fueron bautizados en la Vigilia Pascual, marcando un récord histórico y un aumento del 45% respecto al año anterior.
Lo más impactante fue el rostro de este fenómeno: jóvenes entre 18 y 25 años, estudiantes y profesionales en sus primeros pasos vitales, representaron el 42% de los nuevos bautizados. Una auténtica revolución espiritual que desafía todos los pronósticos y confirma que el corazón de muchos jóvenes sigue sediento de Dios.
«El gran reto ahora es hacer discípulos», escribió en su reflexión el arzobispo Olivier de Germay, de Lyon. “No se trata de crear programas para el ‘después’ del bautismo, sino de que todas nuestras comunidades parroquiales asuman su misión evangelizadora”.
Una Pascua inolvidable
Según datos de la Conferencia Episcopal Francesa, esta ha sido la cifra más alta desde que comenzaron los registros hace más de 20 años. A ello se sumaron también más de 7.400 adolescentes entre 11 y 17 años, que recibieron o se prepararon para recibir el sacramento en estas semanas, en un crecimiento del 33% respecto a 2024.
El dato más revelador fue el perfil de muchos de estos nuevos cristianos: procedentes de familias sin fe, de otras religiones o incluso de contextos esotéricos, muchos de ellos encontraron en la Iglesia un camino de verdad, belleza y plenitud.
«Fue como una nueva primavera de la fe», relató emocionado el padre Benoist de Sinety, párroco en Lille. «Tuvimos iglesias repletas, con jóvenes que entraban por primera vez… y se quedaban».
Roma en el horizonte
La Conferencia Episcopal quiso vincular este momento histórico con el Jubileo de los Jóvenes que tendrá lugar en Roma. Muchos de los nuevos bautizados podrán participar, compartiendo su testimonio con miles de jóvenes de todo el mundo. Será, dijeron los obispos, «un encuentro de fe y de esperanza para esta nueva generación de cristianos».
Este fenómeno no se limita a Francia. En otras partes de Europa, como el Reino Unido, también se están registrando aumentos significativos de asistencia a misa y solicitudes de catecumenado. En Estados Unidos, los últimos datos del Pew Research Center revelan que el descenso del cristianismo se ha estabilizado.
Un mensaje para toda la Iglesia
Francia ha pasado de 3.900 bautismos adultos en 2015 a más de 10.000 en 2025, un crecimiento del 160% en apenas una década. Pero más allá de las cifras, lo que esta Pascua ha dejado es un testimonio claro: Dios sigue actuando, y los jóvenes están respondiendo.
La pregunta que queda para todos es: ¿Estamos como Iglesia dispuestos a acoger y acompañar a esta nueva generación de creyentes?
Porque lo que acaba de ocurrir en Francia no es una anécdota: es un signo de los tiempos. Y quizás, una invitación a mirar con nuevos ojos el futuro de la fe en Europa.
