Según los datos del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW) la confianza inversora bajó de nuevo en Alemania en el mes de noviembre, tras haberse desplomado en octubre, debido a la preocupación por el efecto económico de la segunda ola de contagios del nuevo coronavirus. Las encuestas no recogen las noticias sobre los avances de la vacuna de Pfizer, que provocó ayer una fuerte subida en las bolsas.
«Los inversores están preocupados por el impacto económico de la segunda ola de covid-19 y lo que esto implicará. Por lo tanto, el indicador ZEW de confianza económica ha vuelto a disminuir significativamente en noviembre, lo que indica una desaceleración de la recuperación económica en Alemania. También existe la preocupación adicional de que la economÃa alemana pueda regresar a la recesión», explica el presidente de ZEW, Achim Wambach.
El sentimiento de los expertos del mercado financiero con respecto al desarrollo económico de la eurozona también experimentó un descenso considerable por segunda vez consecutiva. El indicador correspondiente a noviembre se sitúa ahora en 32,8 puntos, 19,5 puntos menos que en el mes anterior. Sin embargo, el Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los llamados «cinco sabios», espera que el PIB germano tenga este año una caÃda del 5,1%, menos fuerte que la que contemplaban las previsiones más pesimistas del comienzo de la pandemia, que esperaban una contracción por encima del 8%.
Según el pronóstico de los sabios, la caÃda de la economÃa será menor que la provocada por la crisis financiera de 2008. El grupo de economistas, habitualmente crÃtico con las decisiones polÃticas, le da en general buenas notas a la gestión del Gobierno durante la pandemia para reducir las repercusiones económicas. «Los responsables polÃticos han reaccionado de manera rápida y decidida», dice el informe que considera que las medidas del Gobierno le han dado un impulso a la economÃa que puede calcularse en torno al 1,1% del PIB. El informe resalta la importancia que tuvo el instrumento de la jornada reducida subvencionada para evitar la destrucción de empleo.