En los últimos años, hemos sido testigos de una creciente corriente de pensamiento conocida como posthumanismo, que defiende la idea de trascender las limitaciones biológicas humanas mediante la incorporación de tecnología y la modificación genética. Aunque esta filosofía puede parecer tentadora a primera vista, es enormemente peligrosa, amenaza la integridad del ser humano, su espiritualidad, y por ende al humanismo cristiano.
Un reciente ejemplo de que esta filosofía destructiva tiene una agenda y se está implementando es la entrevista que Diario Médico a realizado a Hugh Herr, ingeniero y escalador, dirige el Grupo de Biomecatrónica del MIT. Es creador de los miembros biónicos más avanzados del mundo que superan las capacidades humanas.
Herr realiza afirmaciones como: «Si tuviera una varita mágica, ¿me pondría piernas biológicas en lugar de las biónicas? La respuesta es no. Este ingeniero, firmemente favorable al posthumanismo, considera que
Herr cree que la biónica se debería aplicar también a gente sana: «Iremos avanzando lo más rápido que podamos porque será lo mejor. Cuanta más financiación recabemos, claro, para este tipo de investigación y desarrollo, mejor porque avanzaremos más rápidamente. La biónica no es solamente para aquellas personas que tienen ictus, parálisis, amputaciones u otras patologías… No. Se puede llegar a aplicar a todo el mundo y yo creo que más o menos en unos 10 años pasearás por las calles de Madrid y verás a la gente llevando biónica puesta y su capacidad de saltar, correr, de sentir, de pensar, de hablar, de expresarse mejorará muchísimo».
Y Prosigue: «tengo un teléfono inteligente que me aumenta la memoria, mis conocimientos… Bueno, pues según avanzamos en el siglo XXI, la tecnología y el matrimonio que habrá entre fisiología humana y la tecnología va a mejorar y aumentar. Este nivel de intimidad nos permitirá alcanzar una expresión sin variaciones con los humanos y entre los humanos gracias a los dispositivos que diseñemos».
5 retos de la biónica
Los desafíos éticos y filosóficos que plantea Herr son evidentes y es importante analizar críticamente los riesgos que plantea para la esencia misma de nuestra humanidad. A continuación, cinco retos éticos que cabe reflexionar:
1. Pérdida de la dignidad humana
Uno de los mayores peligros del posthumanismo radica en la pérdida de la dignidad inherente a la condición humana. Al buscar mejoras y modificaciones, corremos el riesgo de convertirnos en meros productos de ingeniería, desechando así nuestra singularidad y valor intrínseco como seres humanos. El posthumanismo promueve la idea de que nuestra identidad puede ser reemplazada o mejorada, socavando así el sentido mismo de lo que significa ser humano.
2. Desigualdades exacerbadas
El posthumanismo también podría agravar las desigualdades sociales existentes. Si solo una élite privilegiada tiene acceso a las tecnologías de mejora humana, se abrirá una brecha insalvable entre aquellos que pueden permitirse las mejoras y aquellos que no. Esto daría lugar a una sociedad fragmentada, donde una minoría goza de capacidades superiores mientras que la mayoría queda relegada a un estatus de inferioridad y marginación.
3. Pérdida de la empatía y la compasión
La búsqueda del perfeccionamiento humano puede llevarnos a una deshumanización progresiva. Al aspirar a ser seres superiores, podríamos perder nuestra capacidad de empatizar y comprender las dificultades y vulnerabilidades de los demás. La empatía y la compasión, pilares fundamentales de nuestra convivencia, podrían erosionarse en una sociedad dominada por la idea de la perfección tecnológica. El reto de la Torre de Babel sigue presente.
4. Riesgos éticos y morales
El posthumanismo plantea desafíos éticos y morales sin precedentes. La modificación genética y las mejoras tecnológicas podrían conducir a la creación de seres humanos diseñados a medida, seleccionando características genéticas y capacidades según criterios subjetivos. Esto plantea interrogantes fundamentales acerca de la igualdad de oportunidades, la diversidad y la autonomía individual. ¿Qué sucedería con aquellos que no cumplen con los estándares establecidos? ¿Seríamos capaces de aceptar y valorar la diversidad humana en un mundo posthumano?
5. Impacto en la espiritualidad y la trascendencia
El posthumanismo pone en peligro la dimensión espiritual y trascendental de la existencia humana. Al buscar la perfección material, descuidaríamos el desarrollo de nuestra espiritualidad y conexión con Dios. La búsqueda de la trascendencia y el significado último de la vida quedarían relegados a un segundo plano, en detrimento de nuestra realización plena como seres humanos.
Hemos sido testigos de una creciente corriente de pensamiento conocida como posthumanismo, que defiende la idea de trascender las limitaciones biológicas humanas mediante la incorporación de tecnología y la modificación genética Share on X