En el Ćŗltimo informe del Observatorio Social de la Caixa se muestra la permanencia de EspaƱa en el podio de los paĆses europeos con mejor sanidad. Ello tiene su reflejo en indicadores objetivos, como la esperanza de vida, la mortalidad o la morbilidad, pero tambiĆ©n en la propia percepción de los ciudadanos.
Sin embargo, siguiendo la tendencia del resto de paĆses miembro, sigue creciendo el nĆŗmero de casos de transmisión sexual en la población. Solo entre 2012 y 2016, los casos de gonorrea, una de las enfermedades que mĆ”s se ha expandido, pasaron de 7 a 15 por cada cien mil habitantes en EspaƱa, y de 13 a 19 por cada cien mil habitantes en el conjunto de la Unión Europea. Siguiendo con aspectos negativos, es importante destacar el gran nĆŗmero de familias de ingresos bajos ātienen dificultad de acceso en Ć”reas como la compra de medicamentos o la atención dentalā, e incurriendo āen costes sanitarios excesivos en relación a su capacidad de pagoā, lo que llamamos el copago farmacĆ©utico.
En otras ocasiones, las barreras de acceso se deben āa las listas de espera, un aspecto que empeoró durante el perĆodo de crisisā. En la Comunidad de Madrid se ha instaurado el sistema de derivación a la sanidad privada, para aligerar las listas de espera, con lo que se estĆ” produciendo una privatización encubierta y un deterioro de los servicios pĆŗblicos, con un sobre coste del 40 por ciento por los mismos servicios.
Por otro lado,la puesta en marcha del sistema pĆŗblico de atención a la dependencia āha mejorado la cobertura de la necesidad social de cuidados de larga duración en EspaƱaā. Sin embargo, existe todavĆa una demanda no atendida de cuidados y una insuficiente profesionalización de la atención prestada, que afecta principalmente a las Comunidades Autónomas.
La vida poco saludable de los jóvenes
A pesar de que en el informe se destaquen aspectos positivos para la salud como la dieta espaƱola, el consumo de estupefacientes o la obesidad empeoran la salud de los jóvenes. No hay grandes diferencias, respecto a otros paĆses de Europa, en el porcentaje de personas que fuman diariamente, ni en el consumo de alcohol, pero sĆ, negativamente, en la realización de actividades fĆsicas consideradas como beneficiosas para la salud, en la incidencia de la obesidad y en el consumo de drogas ilegales entre los jóvenes.
Ha aumentado, sin embargo, la incidencia de la obesidad, siendo especialmente preocupante su prevalencia en la infancia, por sus consecuencias para la salud tanto en el corto como en el largo plazo y por los costes directos e indirectos sustanciales para el sistema sanitario.