fbpx

Un estudio científico echa cuentas con las pérdidas y las ganancias de la maternidad

Familia

COMPARTIR EN REDES

En la maternidad nunca hay pérdidas, pues desde el minuto uno del embarazo la mujer se percata de que solo en el abandono, se gana a lo grande.

El embarazo puede envejecer tu cuerpo, según la ciencia. Esta es una de las últimas publicaciones de National Geographic. En realidad se trata de un hecho que no debería de sorprender a nadie. En cambio, un «estudio emblemático» reafirma lo que en realidad las mujeres que hayan sido madres ya saben: la belleza de un embarazo reside en «dar». Un embarazo da y regala  vida.

El impacto del embarazo

El embarazo tiene un gran impacto en el cuerpo, dice Yousin Suh, profesora de la Universidad de Columbia que investiga cómo afecta el embarazo al envejecimiento. Esta nueva investigación sugiere que un solo embarazo puede sumar entre dos y 14 meses a tu edad biológica. 

Ryan otro investigador que forma parte de este estudio, investiga las razones por las cuales nuestros cuerpos pueden envejecer más rápido o más lento de lo esperado, y gran parte de eso se reduce a la epigenética, o sea, cómo y cuándo nuestros cuerpos deciden activar y desactivar genes.

Para obtener más información, Ryan y sus colegas recurrieron a un estudio de larga duración sobre la salud intergeneracional en Filipinas. En 2005, analizaron muestras de sangre de 825 mujeres participantes de entre 20 y 22 años.

Los científicos identificaron una diferencia sorprendente: el número de cambios epigenéticos en su ADN reveló que las mujeres que habían estado embarazadas tenían entre cuatro y 14 meses más de edad biológica que sus pares que no lo habían estado, incluso después de controlar factores como el nivel de ingresos y los hábitos de fumar.

«El embarazo tiene un costo que parece ser detectable incluso a partir de los 20 años», afirma el líder del estudio, Calen Ryan, biólogo humano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.

«Las mujeres que tuvieron más embarazos durante ese tiempo experimentaron más cambios en el envejecimiento epigenético», dice Ryan, con cada embarazo sumando entre dos y tres meses a la edad biológica de la madre.

Por otro lado, Suh y Ryan coinciden en que los futuros padres no deberían desesperarse. Pues no está claro que una edad epigenética ligeramente más alta durante tus años de fertilidad lleve a complicaciones décadas más tarde.

De hecho, algunas investigaciones sugieren que puede haber un «punto óptimo» para la fertilidad, dice Suh. Por ejemplo, uno o dos embarazos pueden ser mejores que ninguno en algunos casos, ya que el embarazo está vinculado a un menor riesgo de ciertos cánceres y tener al menos un hijo se asocia con una expectativa de vida ligeramente más larga.

El milagroso proceso de dar vida

Sin embargo, aunque la investigación científica pueda destacar los cambios que experimenta el cuerpo de una mujer durante el embarazo, es fundamental reconocer, recordar y celebrar la belleza intrínseca de este milagroso proceso de dar vida.

Cada cambio físico, desde el aumento de peso hasta los síntomas del embarazo, es una manifestación tangible del poder y la belleza de la maternidad. Es un recordatorio constante de la capacidad innata de las mujeres para nutrir, proteger y amar incondicionalmente a sus hijos, hasta incluso «dar la vida» por ellos.

Este estudio, más allá de analizar de forma negativa los cambios físicos, debería de ser una ovación a la capacidad infinita del ser humano para amar y dar vida en todas sus formas. 

Una nueva vida, de una intensidad sublime, aflora en una madre, nada es al azar. Todo rezuma un acto de entrega verdadero, de extrema confianza y sin opción a renunciar.

El embarazo  es un suceso excelso de entrega, amor y trascendencia. La vida plena solo surge del sacrificio por amor. Cada marca, cada dolor y cada transformación física trasluce el misterio de entrega incondicional que una madre está dispuesta a dar por su hijo. 

Cada estiramiento de la piel, cada kilogramo ganado y cada malestar son evidencias tangibles del don femenino y de la verdadera esencia y significado de este sagrado acto de dar vida. Cada contracción y cada dolor de parto trasluce la sobrenaturalidad que envuelve y acaricia la vida.

La mujer, lejos de perder, vivirá profundamente la experiencia del milagro de la existencia. Y lo más importante, podrá palpar el gozo del acto más humano de todos: el dar vida. 

 

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

1 Comentario. Dejar nuevo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.