La Conferencia Episcopal Católica de Irlanda ha expresado su preocupación por los próximos referéndums, programados para el 8 de marzo. Los cuales, tienen como objetivo modificar la Constitución en lo que respecta a la familia y el papel del cuidado de las mujeres en el hogar.
Los obispos están particularmente preocupados por los cambios propuestos, pues debilitaría el papel del matrimonio como núcleo del vínculo familiar.
¿En qué consistirían los cambios?
El primer referéndum, permitiría a los votantes irlandeses votar sobre la modificación del Artículo 41.1.1 de la Constitución irlandesa para incluir «otras relaciones duraderas» en la definición de familia, además de la definición actual, que es «fundada en el matrimonio».
Actualmente, la Constitución afirma que «El Estado reconoce a la Familia como el grupo unidad natural primario y fundamental de la Sociedad». También establece: «El Estado se compromete a custodiar con especial cuidado la institución del matrimonio, en el que se funda la Familia, y a protegerla contra ataques».
El segundo referéndum, trata sobre el Artículo 41.2, que reconoce los roles de las mujeres en el hogar y la obligación del estado de ayudar a las madres en sus responsabilidades de cuidado. El cambio propuesto busca reemplazar esta sección con un nuevo artículo que reconozca el cuidado prestado dentro de las familias.
La Constitución actualmente establece que «el Estado reconoce que con su vida en el hogar, la mujer brinda al Estado un apoyo sin el cual no puede realizarse el bien común», y que «El Estado… se esforzará por garantizar que las madres no se vean obligadas por necesidad económica a realizar trabajos que descuiden sus deberes en el hogar».
El texto anterior se cambiaría por «El Estado reconoce que la prestación de cuidados entre sí por los miembros de una familia en razón de los vínculos que existen entre ellos, da a la sociedad un apoyo sin el cual el bien común no se puede lograr, y nos esforzaremos por apoyar dicha disposición”.
¿Dónde queda el papel fundamental de la mujer?
Los obispos afirman que las revisiones propuestas eliminarían todas las referencias a la maternidad de la Constitución, lo que consideran que sería una pérdida significativa. Subrayaron el papel único del matrimonio en la sociedad y expresaron su preocupación de que las modificaciones puedan socavar la institución del matrimonio y la familia.
Los obispos también destacaron la necesidad de reconocer los roles de las mujeres en el cuidado, tanto dentro como fuera del hogar. Enfatizaron que las disposiciones constitucionales actuales no prohíben que las mujeres trabajen o participen en la vida pública, sino que reconocen las características únicas que las mujeres ofrecen a la unidad familiar.
Además, los obispos condenaron la falta de reconocimiento financiero para los cuidadores, señalando que el estado ha fallado en ayudar completamente a aquellos que ofrecen cuidado, ya sea en el hogar o en otro lugar. Abogaron por el reconocimiento de las contribuciones vitales de las madres y los cuidadores a la sociedad irlandesa.
Los obispos irlandeses reiteraron su creencia de que la maternidad debería ser valorada y protegida en la Constitución. Solicitaron a las autoridades que estudien los posibles efectos de las enmiendas propuestas en la dinámica familiar y los valores sociales, subrayando la importancia del matrimonio y el cuidado en la cultura irlandesa.