Según una investigación llevada a cabo por los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 518.000 personas mayores de 65 años viven confinadas en su casa.
Se trata de personas que por sus circunstancias físicas tienen muchas dificultades para salir de su hogar. O no lo pueden hacer nunca.
Es la primera vez que se contabiliza el número de ciudadanos obligados a estar permanentemente alejados de la calle y lo hace una investigación llevada a cabo por los investigadores del CSIC Antonio Abellán, Alba Ayala y Rogelio Pujol, Prevalencia de personas mayores confinadas en su hogar en España y publicado en la revista de medicina de familia Semergen.
. Y es que se estima que el número de personas con una movilidad reducida o nula irá en aumento a consecuencia de la prolongación de la vida.
Así lo indica una investigación llevada a cabo por los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Antonio Abellán, Alba Ayala y Rogelio Pujol, Prevalencia de personas mayores confinadas en su hogar en España.
Este trabajo, señala que el 24,1% de los 2,1 millones de personas mayores con discapacidad (unos 518.000) de ambos sexos pueden ser consideradas confinadas en su hogar.
Son el perfil que busca la eutanasia
Cuando se quiere justificar el actual debate sobre la legalización de la eutanasia en España, se suele precisamente hablar de una persona mayor, que vive sola, cuya vida no merece ser vivida quizás por falta de movilidad y que supuestamente quiere dejar de vivir.
Este estudio demuestra que ese perfil de personas mayores que la eutanasia presenta como su objetivo existe ampliamente en la sociedad española.
Este perfil también precisamente son los que suponen una mayor carga para el estado económicamente ya que cuya realidad precisa de atención médica elevada y en un hipotético contexto de eutanasia legalizada sería un grupo de alto riesgo. Ya se ha demostrado en países como Bélgica u Holanda donde la eutanasia ya es legal.
El perfil de estas personas que viven enclaustradas suele ser el de una mujer, de edad avanzada, viuda y con un bajo nivel formativo.
Las personas confinadas no disfrutan de las ventajas de vivir en sociedad. “Son, precisamente por ello, bastante invisibles”, señala el trabajo de Abellán, Ayala y Pujol y también por eso supondrían un grupo que se podría eliminar con facilidad.
1 Comentario. Dejar nuevo
Esto es macabro. España se está suicidando como sociedad. El índice de la natalidad es catastrófico: 1,2 % (con una repocición menor
al 2% en 30 años desaparece una sociedad) eso gracias a la anticoncepción y el aborto. Agregada hoy la pretendida «muerte feliz», eso quiere decir eutanasia, los españoles no podrán ni siquiera morir de viejos.