«Hace cincuenta años, ayer», dijo el Papa Francisco dijo este domingo: «El hombre puso un pie en la Luna, logrando un sueño extraordinario».
Al dirigirse a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro para la oración del Ángelus, el Papa expresó su esperanza de que el recuerdo de «ese gran paso para la humanidad» podría despertar el deseo de alcanzar incluso «metas mayores».
Los que él nombró fueron “más dignidad para los débiles, más justicia entre los pueblos y más futuro para nuestra casa común”.
San Pablo VI, testigo director de la llegada a la Luna
El Papa San Pablo VI, quien expresó mucho interés en los viajes espaciales y pasó mucho tiempo en el Observatorio del Vaticano, fue Papa el 20 de julio de 1969. Esa noche, junto con millones en todo el mundo, vio a Neil Armstrong convertirse en el primer hombre en ponerse en pie. la luna.
«¡Honor a ustedes, hombres artífices de la gran empresa espacial!», afirmó el Papa San Pablo VI. «El Águila ha aterrizado», anuncia con profesionalidad la voz que proviene de las columnas de Hércules del silencio lunar. «El periodista de la RAI Tito Stagno hace eco desde Italia, contando en directo los metros que separaban el LEM del polvo del satélite. Y él, el Papa Montini, emocionado, desde la Specola Vaticana, entona poco después un himno que vincula al Autor de los Abismos con los hombres que realizaron la hazaña de cruzarlos. «¡Honor a todos los que han hecho posible el audaz vuelo!».
Cincuenta años después, el Papa Francisco ha dedicado gran parte de su pontificado a la lucha por los derechos de quienes son más vulnerables en la sociedad actual y por el cuidado de nuestra casa común.
Ha expresado, en numerosas ocasiones, a través de palabras y acciones, su deseo de ayudar a los necesitados: los migrantes, los pobres, los enfermos, los ancianos y nuestro planeta, nuestro hogar común.
Por lo tanto, para conmemorar el 50 aniversario del histórico aterrizaje lunar, el Papa Francisco compartió sus esperanzas para el futuro y que las personas de todo el mundo se inspiren en este logro histórico para perseguir estas luchas y alcanzar, como hizo la humanidad hace 50 años, otras cosas extraordinarias.
