Ada Colau y su equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ah vuelto expulsar la Misa de los actos de festividad de la patrona de Barcelona, la virgen de la Mercè, que tendrán lugar el próximo fin de semana y el día 24 de septiembre. La Misa, que tradicionalmente siempre ha estado presente en los actos, es, además, una de las actividades que deben estar obligatoriamente presentes en la agenda de actividades debido a un acuerdo del Plenario de 2010 al que llegaron los partidos políticos municipales. De esa manera, Colau ignora un acuerdo de consenso.
E-Cristians lideró tras la primera omisión una queja que hizo llegar al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo en CAtaluña). Con fecha 25 de julio de 2017 el presidente de la asociación, Josep Miró i Ardèvol, se dirigió a la alcaldesa de Barcelona para indicarle que, de acuerdo con la respuesta a la queja de e-Cristians de la Síndica de Greuges de Barcelona, la omisión de la celebración litúrgica del día 24 del programa de fiestas, incumplía el acuerdo de Pleno de 5 de febrero de 2010 que establece lo que está regulado para las fiestas oficiales de Barcelona. Concretamente el Protocolo establece que: “el acto siempre se celebra el día 24 de septiembre por la mañana. En torno a la celebración de la misa concelebrada en la Basílica de la Mercè y de la recepción del Ayuntamiento se suceden una serie de actos de fuerte carga simbólica y de gran trascendencia festiva”.
Octavo centenario de la Mercè
Especialmente este año 2018 que se cumplen exactamente 8 siglos de la aparición de la Virgen en un sueño, a la vez, al Rey Jaime I, a San Pedro Nolasco y a San Ramón de Peñafort. La Virgen les pidió que fundaran una orden para rescatar cristianos cautivos. La Merced nació en Barcelona y se divulgó por todo el mundo. Los mercedarios cumplen 800 años: sus 500 sacerdotes y 700 hermanos sirven a los pobres y cautivos de todo el mundo. No hay muchas ciudades que, como Barcelona, puedan presumir de ser cuna de una obra solidaria mundial continuada de 8 siglos. Además, se cumplen 150 años desde que la Virgen de la Merced es co-patrona oficial de la ciudad, ya que antes lo era solo Santa Eulalia, y también desde que Pío IX trasladó su fiesta al 24 de septiembre. El Consejo de Ciento prometió conmemorarlo cada año. El Ayuntamiento de Barcelona, pasados 330 años desde esa promesa, tiene el deber de custodiar, divulgar y hacer respetar esta herencia cultural y patrimonial.
Una vez más Ada Colau «muestra su desprecio» -según e-Cristians- por lo que significa la Fiesta Mayor de Barcelona, la Virgen de la Mercè y el acto litúrgico que desde tiempos inmemoriales lo conmemora. «Queremos subrayar que no se trata de la asistencia o no de la alcaldesa o los concejales a la celebración litúrgica, sino sencillamente que en el extenso programa oficial que relaciona las actividades que se realizan con motivo de la Fiesta, figure también la información sobre la Misa. Su omisión es un acto de censura», añaden.
No es la primera vez que Ada Colau manifiesta su criterio discriminatorio en relación a las tradiciones de la ciudad de naturaleza cristiana, un hecho que contrasta con su predisposición y diligencia para dar relieve y felicitar a las comunidades de otras confesiones religiosas. «Si quien representa a la ciudad no es capaz de reconocer el valor de sus tradiciones, para nosotros es una evidencia de que no puede seguir representándonos a todos», subraya e-Cristians.
Desde esta asociación se ha puesto en marcha una petición en Change dirigida a la alcaldesa de Barcelona protestando por este hecho, a la que piden el máximo de adhesiones y difusión posibles.
